Noah Alexandra- III.

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No podía negar que mi papá era muy tierno y dulce cuando hablaba sobre mi, más por que al ser su hija obviamente veía virtudes que los demás no. El estuvo muy serio el resto de la semana, Julen trataba de hablar conmigo pero como que no se animaba para nada, Jake, extrañamente me evitaba con una simple sonrisa. Mis amigas dijeron "Creo qué le gustas a los dos" pero en ese momento yo sólo quería gustarme a mi misa. Al llegar a casa, mamá estaba sentada en el sillón mirando algo entré sus manos, por lo que no decidí molestar e ir directo a mi habitación, tiré la mochila cerrando la puerta de una patada. Algo había cambiado en mi habitación, alguien había movido mi cama, dejando la parte de enfrente descubierta. En su lugar, estaba algo demasiado curioso.

Me acerqué.

En un lado de un espejo, había fotos de muchachos muy apuestos, no podía creer que esas fotos fueran la mayoría de mis tíos de jóvenes, incluso habían chicos sacados de Internet, fotos de los chicos famosos que ahora me gustaban, había una de mi papá. Por lo qué supe que esto era suyo. Cuando levanté la mirada, había unas letras negras que decían "SI QUIERES TENER UN CHICO ASÍ"
y luego, me vi en él espejo, leyendo ahora las letras qué estaban encima del espejo "TIENES QUÉ ESTAR ASÍ".

Sonrei. Mirándome en el espejo, abrazándome así misma.

SOLO 16. | s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora