SOLO 16. | s.m

18.

La noche estaba fresca, había dejado la ventana abierta y por eso dormía con una manta cubriendome, como siempre dormia de lado tenía que darle la espalda a Shawn. Y la verdad es que aunque extraña dormir entre sus brazos, sentir su espalda contra la mía me daba poquita seguridad. Excepto aquella noche, que me entró un miedo terrible y un susto de muerte. Mientras dormía, sentí como algo dentro de mi se rompió. Pensé realmente lo peor y a mitad de la noche con solo la luz de la luna me senté en el borde de la cama. Esperando lo que fuera que tendría que pasar. Pero nada ocurrió. Así que me quede otro rato así, pero como nada ocurrió pensé que había sido un mal sueño, pues total, a veces pasa verdad. Cuando volví a tomar mi posición, sentí nuevamente algo horrible, como si algo me estuviera apretando por dentro.

Me levanté asustadisima, tanto que casi me pongo a llorar, jamás en estos meses había sentido algo así. ¿Es que quizá estaba...? No, no, no pienses mal, tranquila, Arabella. Luego volvió a ocurrir con más fuerza, una y otra vez, pero no era dolor, ni tampoco algo me apretaba, algo dentro de mi donde se encontraba mi bebé se movía. También me volví a asustar.

- ¡Shawn, Shawn! ¡Despierta, algo me esta pasando! -Lo moví varias veces hasta que por fin despertó y adormilado, asustado, preocupado y exaltado se puso frente a mi, de rodillas.
- ¿Qué pasa, que sientes, Bella?
- Algo se mueve dentro de mi, justo donde esta el bebé -Solloce.

El se quedó en silencio, mirándome, analizando mi expresión tan patética de asustarse por algo tan natural. Shawn pasó la mano por su rostro y tomo mis manos.

- Bella, a ver, vamos a hablar. ¿Olvidaste que el bebé se tiene que estirar? ¿Que se tiene que acomodar?
- No...-Susurré y de pronto recordé- Shawn...
- ¿Qué pasa, amor? -Preguntó cansando.
- Se esta moviendo -Tome rápidamente su mano para ponerla sobre el vientre al momento en que se movía. ¡Si! ¡El bebé se movía! Por primera vez... El muchacho me miró, mientras el bebé se acomodaba o lo que fuera que estaba haciendo, se quedó tranquilo segundos después. Me hubiera encantado grabar esa cara que Shawn tenía ahora. De fascinación pura. Todo un poema.

- No puede ser el se esta... Moviendo -Y lo escuché decir con orgullo- Mi bebé.

Puse ambas manos en mi vientre para acariciarlo cuando Mendes quitó las manos

- Mi bebé.

El castaño fue corriendo por su celular, abrió Snapchat y dijo;

- Quiero que todos se enteren que mi bebé se mueve.

Me reí tiernamente. ¿Quien vería un Snapchat a las 4:24 de la mañana? Apuntó con su camara y sustituyó una de mis manos con la suya. Comenzó a grabar.

- Habla, Shawn, di algo.
- Hola, pequeño.

El bebé dio un salto, como si estuviera alegre de escuchar a su papá, me dieron ganas de llorar de felicidad.

- Le gusta el sonido de tu voz.