SOLO 16. | s.m

36.

Bueno no pude esperar. Así que les dejo estos capítulos. ❤

- ¡No puedo más! -Avisé, casi hiperventilando. Poniendo mi mano en mi vientre y otra en la cintura. Aaliyah me miró. Arqueando una ceja y luego se acerco sigilosamente a mi.
- ¿Quieres sentarte? -Preguntó, curiosa, tomando mi brazo con fuerza. Asentí, miré a mi alrededor, pero lo único que veía era pasto verde, grandes hectáreas de él con arbustos, árboles, flores silvestres y un cálido sol oculto entré las nubes de un verano templado en Canada. Resople, casi maldiciendo al castaño que reía con su madre y su padre a mis espaldas.

- El problema es donde, mi Aly, no hay muchos lugares donde poner este gordo trasero.

Se echó a reír, caminando a mi lado por la pradera, íbamos a pasar un tiempo lejos de la ciudad, de la tecnología y de los fans, para poder quitarnos el estrés de QUE YO ESTABA EMBARAZADA DE GEMELOS. Y que a todos les parecía la cosa más mona por que ellos no los traía adentro, no sentían sus patadas a la mitad de la noche y, no los cuidarian cuando grandes. Pero después de todo... Si era mono, bueno, ya que, ¿verdad? No cualquiera tenía una familia ya, así, de sopetón, digo. Cuando Shawn regresara a casa no lo recibirían dos, si no tres, yo y las dos nuevas personitas que venían en camino. Sonreí.

- Ya hemos llegado, Arabella. ¡Mira!

Aly me señaló la casita entré los árboles, no sé si parecía la casa de los Cullen o la de los Weasley, pero yo me iba más por la de los Weasley. Era una cabañita de madera con un estilo rustico, pero muy elegante y con toques modernos, se notaba que Karen había influido mucho en aquello. Me recordaba a algo de Harry Potter y eso me encantaba. Shawn troto hasta a mi y me abrazo por lo poco que quedaba de cintura.

- ¿Te gusta?
- ¡Esta muy bonita!
- ¿Verdad que si? Pues cuando estas dos nazcan, sera nuestra y podemos venir...
- Para. Para. ¿Has dicho, "estas dos"?

Manuel se río, caminando a la casita y dejando las maletas en la puerta.

- No ha parado de decir que serán niñas -Explico, arrugue la nariz.
- No lo serán. Presiento que serán chicos.
- No empecemos de nuevo... -Shawn, suspiró y yo me reí, separandome de él. Sentandome por fin en las escaleras. Lo miré, sonriendo y el me la devolvió, cómplice.

- Sólo se que sean lo que sean. Los querré mucho.