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Alexandra veía curioso como su padre tocaba la guitarra a la mitad de la sala, mientras cantaba un villancico navideño y su hermano, Alessandro reía como loco.

Era nuestra primera navidad los tres juntos, no la habíamos pasado genial, entre cenas riquisimas, regalos pequeños y muchos abrazos de parte de Shawn, el dijo en la cena, que esto sin duda era lo mejor que le había pasado en la vida y que se sentía agradecido conmigo por traer al mundo dos personitas tan maravillosas al mundo.

Bailamos una canción al centro de la sala junto con demás invitados, mis padres, mi hermana y su esposo, los padres de Shawn. Hasta qué sucedió algo que no me esperaba, Shawn se inclinó un poco, se puso de rodillas frente a mi y de su pantalón sacó una cajita roja, abriéndola, para que yo viera el anillo de compromiso.

- Gracias por todo, Bella. Lo único con lo qué puedo agradecerte es con esto. Y quiero pedirte una cosa más. ¿Te casarias conmigo?

- ¡Claro que me casaría contigo! - Chille, lanzandome a sus brazos, cayendo al suelo de espaldas mientras todos reían.

- Que bueno que no te lo pedí embarazada -Bromeo, quitando el cabello de mi cara, para tomarlo entre sus manos y besar mis labios con ternura.

•••

El día de la boda, fueron todos los amigos de Shawn, incluso Ed Sheeran estuvo en la recepción. Y canto Photograph, como vals. Los bebés estaban entretenidos con sus tíos, Jennifer y su esposo, hasta que fueron pasados con la niñera. Por que de un momento a otro estábamos bailando todos en la pista, todos bailaban una canción movida, pero Shawn y yo estábamos bailando lento, abrazados, disfrutando del un momento qué esperabamos que fuera para siempre.

•••

Shawn estaba emocionadisimo cuando Alessandro dio sus primeros pasos, muy apenas y su hermanita lo veía celosamente en mis brazos, me reí cuando Noah se trataba de parar ella sola y no podía, aun era pequeña, aunque fuera por dos minutos. Era mi pequeña aun. Habían cumplido el año hace unos días y todavía recordaba cuando me di cuenta que ya venían.

- Bueno, amor, creo que ya es hora de volver al trabajo -Dijo Shawn, tomando mi cintura entré sus manos. Asentí pesadamente, tenia razón- Hay muchos lugares a los que tengo que ir.

- No olvides traer recuerditos -Beso mi cien, sonriendo divertido y se sentó en el sillón para ver a los mellizos juguetear entre ellos.

- ¿Y si no me ven lo suficiente como para saber que soy su padre?
- No pienses eso, Shawn. Ellos siempre van a saber qué eres su padre, además, nunca dejaré que eso pase.
- ¿Me lo prometes?
- Te lo prometo.

•••

- ¡Feliz cumpleaños, Arabella!

Sople las diecisiete velitas en el pastel, color rosa, me reí al ver que el pastel tenía una cara de un gato. Rodeé los ojos, esto tenía que ver con Hannya.

- Ya tienes diecisiete, en tres ya seras mayor de edad -Cameron sonrió, Taylor puso una cajita en la mesa y me entusiasme al abrirla. Era un brazalete que tenía un 16, me confundí.

- Caniff, no cumplo dieciséis.
- No es eso, es que cuando recién cumpliste dieciséis años te conocí, fuiste a la playa con nosotros, te escapaste de casa para ir a Texas con el grupo y luego, te embarazaste, tuviste dos bebés, te casaste. Fue todo lo que hiciste con tan solo 16. Y es como un recordatorio, ya sabes, para que nunca olvides todo lo maravilloso que hiciste.

Sonrei, viendo a todos a mi alrededor, que estaban de acuerdo con Caniff. La sonrisa de Shawn acaparó toda la escena, y los dos bebés que cargaba.

- Tienes razón. Por siempre dieciséis.

SOLO 16. | s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora