Los copos de nieve caían, las copas blancas de los árboles se movían con suavidad por el tenue aire, estaba anocheciendo y las farolas de la cabaña cada vez brillaban un poco más. Una chiquilla de cabello rojo zanahoria escondido debajo de un gorro lila, estaba de cunclillas en una mata de verde pasto que apenas se podía ver gracias a la masa blanca que la cubría, buscaba una florecilla que hubiera aguantado el frío y cuando la encontró, corrió a mi, a donde me encontraba, en las escaleras sentada bebiendo una taza de café.
- ¡Mami, mami! -Dijo dificultosamente, mostrando la florecita amarilla en la palma de su mano- La encontré.
- Vaya, amor, es muy bonita. Así como tu -Le dije, acariciando sus rosadas mejillas, ella sonrió, mostrando sus dientecillos.Dirigí la mirada al lago, donde un niño pequeño, con una chamarra más grande que él agarraba la mano de su papá para ver el Lago, con algunas partes congeladas. Se podía ver que el chico alto, cargaba a alguien más, una niña castaña que miraba de igual manera, él hablaba con ellos de una manera muy entusiasta, en vez de parecer su padre, parecía su hermano mayor. Se dieron la vuelta y caminaron hasta nosotras, lo primero que hizo Noah fue correr hasta su papá y mostrarle la florecilla.
- ¡Mira, mira, una flor papi!
- ¡Ey, es hermosa! Pero no más que tú.
Me levante, sacudiendo la nieve de mi pantalón y tome la taza.- Vayamos a adentro, que ya esta anocheciendo.
- ¿Mañana iremos a desayunar en la cabañita? -Preguntó Dylan, caminando a la casa con pasos cortos.
- Sólo si te duermes temprano -Dije yo, sonriendo, sacudiendo su cabello castaño, casi pelirrojo. Levanto la mirada, pude ver sus grandes y oscuros ojos cafés.- Y si te comes la cena, no lo olvides -Dijo Shawn, guiñandome un ojo. Me reí.
El chico con el brazo derecho, cargo a Dylan, luego a Noah y Cecilia, la más pequeña, se aferró a él, los cuatro entraron así riendo fuertemente, los dejó en el sillón, y les paso una manta.
- ¿Entonces que hay de cenar? -Shawn camino conmigo a la cocina, saque unas galletas del horno y las puse sobre la mesa.
- Galletas y chocolate, para que no duerman.Me abrazo de la cintura, besando mi nuca conforme yo llenaba tres platos de galletas.
- Eres la mejor mamá del mundo, y no lo digo yo, lo dicen aquellos tres.
Sonreí, separandome de él suavemente y yendo a la sala, donde se encontraban los tres monstrous, viendo alguna película vieja de Disney. Puse los platos en la mesita, la acerqué a ellos y fascinados comenzaron a comerlas.
- Bueno, eso me confirma que soy la mejor mamá del mundo -Le dije a Shawn, recargandome en su hombro. Sonrió, viendo como Cecilia solo podía babear una de las galletas.
•••
A Dylan le gustaba ir a desayunar a la cabañita, un restaurante a 25 kilometros de ahí, por lo qué los mandamos a dormir, pero terminamos Shawn y yo, con tres niños entre nosotros, dormidos, me reí suavemente, al ver la cara de Shawn.
- Creí que esta noche tendríamos al cuarto.
- Ni lo sueñes, Mendes -Lo reñi, sonriendo. Se acercó un poquito, tratando de no aplastar a los tres que nos separaban.
- Gracias Arabella, sin ti, creo que estaría este día en un autobús frío, comiendo pizza.
- Eso suena mejor que esto -Me encogi de hombros, el mostró una dulce sonrisa.- Creeme que no. Cuando supe que estabas embarazada, me imagine muchísimas cosas, por ejemplo, qué nunca me sentiría solo de nuevo, por qué al regresar sabía que no solo me estaría esperando mamá, papá o Aaly, ibas a estar tu y un pequeño bebé pelirrojo. Y ahora es mejor, por qué cada vez qué llego de siete meses de ausencia, un niño adicto a las galletas, una pelirroja amante de las flores, una bebé que le encanta jalar el cabello y una esposa maravillosa me espera ahora. Y lo mejor de irme, es regresar, para poder verlos de nuevo.
Solloze, en la penumbra, tomando su mano por encima de los niños, el la apretó, estaba segura ahora, que aunque nada iba a hacer como alguna vez lo soñé, esto iba a hacer mucho mejor, pues ellos cuatro era lo mejor que me había pasado en la vida y jamás los cambiaría por nada. Era la persona más feliz del mundo y todos lo sabían. Por que tenía a los mejores hijos y a un esposo asombroso. Los ama más de lo que me amaba a mi.
- No sabes lo enamorado que estoy de ellos. De ti. De ustedes.
Fin.
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SOLO 16. | s.m
FanfictionArabella y Shawn son la pareja del momento, pero se convierten aun más cuando descubren que Bella esta embarazada con tan solo 16 años. A pesar de que son muy jóvenes, saben como llevar la situación de forma madura. Aunque algunas veces tienen sus a...