SOLO 16. | s.m

4.

Shawn besó mi mejilla por la mañana, como si tratará de despertarme, pero yo sentía un sueño tremendo, sólo quería quedarme ahí en la cama todo el día. Pero también tenía hambre y el sonido de mi estómago gruñendo me hizo confirmarlo. Shawn olía a una mezcla de jabón y su perfume, ¿por qué se había bañado tan temprano? abrí los ojos lentamente, parpadeando un par de veces antes de acostumbrarme a la luz que entraba por la ventana. La luz no parecía de mañana, si no de tarde, a tientas busqué mi celular en el buro de enfrenté aun enrredada en las mantas. Cuando por fin lo tuve, me exalte al ver la hora que era; casi iban a hacer las dos de la tarde. ¿Cómo es que me había pasado eso? ¡Siempre me levantaba a las 9:30 de la mañana! Me levanté de golpe, lo que fue una mala idea por que sentí que todo se movió bajo mis pies y el estómago se me revolvió.

- Shawn -Susurré muy apenas, pero nadie contestó, claro, el ya no estaba en la habitación. Me senté en la cama tratando de calmar todo lo que estaba sintiendo, las voces de alguien muy a lo lejos me hicieron volver a decir:- Shawn.

- ¿Qué pasa, Bella? -Dijo, pero yo lo escuchaba muy lejos a pesar de sentirlo tomando mis hombros.
- Arabella, ¿estás bien? - Preguntó Karen, sentándose a mi lado derecho acariciando mi espalda con suavidad.
- No... Creo que voy a... -Y si, vomité en el suelo de la habitación y al hacerlo, todos mis sentidos despertaron, incluso la vergüenza, quien gracias a ella puse llevarme las manos a la cara para cubrirla. Todo se quedó en silencio.

- Traeré algo para limpiar -Anunció Karen, la madre de Shawn, que se levantó tratando de no mancharse. En cambió, Shawn con la nariz arrugada suspiró sustituyendo la mano de su madre.

- Ven, vamos al baño.