9.

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- ¿Enserio me trajiste aquí para ver si tu esposo te esta engañado? - Le espeté realmente molesta a mi hermana, la gente nos miraba por lo ridículas que nos veíamos detrás de una palmera artificial en el centro comercial, ambas llevábamos lentes oscuros para que "no nos reconocieran" o pasáramos desapercibidas, pero yo estaba embarazada, era una adolescente y estaba bebiendo un frappe de mora azul. Así que no, no pasabamos por desapercibidas.

- Sólo quiero ver si en realidad viene con su jefe, dijo que Chelsea Sterling iba estar aquí y si no las visto es una super modelo empresaria.
- ¿Cómo las que aparecen en los comerciales?
- Exacto.
- Bueno, tu esposo te ama y tienes una hija con el, ¿porqué eso no te basta?

Se quedo en silencio mirando a la puerta del restaurante, donde su esposo charlaba animadamente con... efectivamente una modelo rubia, con despampanantes atuendos y bellísimas zapatillas de diseñador. Cualquiera caería a sus pies, me puse a pensar si ese que estuviera ahí, en vez de ser mi adorado cuñado fuera Shawn... yo definitivamente haría algo... me encerraria a llorar en casa. Pero no, mi hermana sería capaz de arrancarle la peluca a esa rubia plástica. Y me asustaba, por que las embarazadas no corren tan rápido.
Cuando entraron los dos, mi hermana me tomo de la muñeca y comenzó a jalarme para acercarnos más.

- ¿Estás loca? - Susurré tratando de hacernos para atrás-. ¡Nos va a ver a través de las ventanas!

Y dicho y echo, el chico de traje que estaba concentrado escuchando a la rubia, se giró para la ventana, no nos vio, por que fuimos lo suficientemente inteligentes en escondernos en las palmas artificiales. Me sentía patética, sorbí de mi bebida de mora azul.

- Estoy cansada, quiero irme a casa - Me queje sentandome en la banca más cercana.
- Tenemos que asegurarnos que su jefe vendrá, no me puedo ir tranquila...
- Tus celos son enfermos.
- ¡Mirá a ese tipo! - Me ignoró por completo y me levanto de la banca, señalando a un señor de traje que entraba al restaurante cómo buscando a alguien, Jeniffer se giro hacía a mi, reconocía esa mirada.
- Oh, no, no. Apiadate de mi, estoy embarazada.
- Tienes que ir a ver si ese es su jefe.

Oh no.

SOLO 16. | s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora