Raine guardaba sus cosas después de terminar la última clase que debía dar en el día, mientras los alumnos juntaban sus cosas para irse a su casa despues de una agotadora semana.—Nos vemos la semana que viene— despidió Raine antes de que salieran.
El salón de clases se empezó a vaciar poco a poco. Solo quedaban un par de alumnos y dos amigas que intentaban cordinar a qué hora juntarse el día siguiente. Cuando estaba a punto de irse, tres alumnos se acercaron a elle. Ellos tres eran conocidos por ser nuevos en la ciudad. Acababan de ser adoptados los tres juntos por un pequeño matrimonio.
—¿Necesitan algo, chicos?—dijo, intentando recordar los nombres de los chicos.
—En realidad si, profe—dijo una de las chicas. De ella si se acordaba el nombre, con su cabello teñido de rosa pastel jamás se olvidaría; Amber Parish
—¿Qué pasa?
—Ayer estábamos hablando con el profe de Historia en la sala de profes, cuando lo escuchamos decir que necesita trabajadores en su tienda—dijo el chico de piel morena.
—Y nos preguntábamos si... ¿Nosotros podríamos conseguir el empleo?—pregunto Katya, conocida como "la vampira" debido a la forma extrana de sus dientes.
—Chicos... Si esto es para subir la nota, no crean que va a suceder—contesto Raine.
—No, no es por eso ¡Se lo juro!
—Solo queremos ganar algo de dinero—explico Derwin.
—Tenemos diecisiete, es suficiente como para tener un trabajo, ¿verdad?—agrego Katya.
Raine se lo tenia que pensar. Es verdad que su esposa necesitaba empeñados. El anuncio lo había echo hace dos días, y según Eda, la única persona interesada era un pobre de la calle con muy malas vibras, y elle le convenció de que mejor no le diera el puesto a él.
—Deberia cuestionarlo con mi esposa, así que el lunes le comunico su respuesta—contesto, no tan seguro de ello.
Igualmente, lo mejor era decirle a Edalyn, que era la dueña de la tienda misma.
Mientras tanto, Luz estaba en la casa de Willow, y Gus habia tenido la suerte de poder acompañarlas. Charlaban animadamente, cómo cosa de todos los días que se encontraban, y Willow contaba todo lo que pasaba en esa tal "Hexside" dónde va a estudiar.
—Amity estuvo faltando últimamente; la veo rara—dijo la de lentes, pensativa.
—¿No que te molesta y la odiabas y todo ese rollo?—dijo Luz, intentando agarrar la bolsa de papitas disimuladamente.
—Pero igual la miro a veces. Me preocupa un poco—admitió, mirando a sus amigos.
—¿Podemos mejor un jugar un juego de caja? Quiero ganarles en el UNO—dijo Gus, interrumpiendo la charla sobre la peliverde y haciendo que Willow olvide por unos momentos el tema.
Más tarde, cuando ambos chicos se fueron a su casa, Willow tuvo más tiempo para pensar en su ex mejor amiga. Se sentó en su cama y desenredo las trenzas de su cabello, para luego sacar una hojita rosada de papel, doblada a la mitad con su nombre escrito en ella con un color morado oscuro. La abrió y releyó devuelta, justo como lo había echo la semana pasada.
««Querida Willow, siento todo lo que te eh dicho y hecho, perdón por todo, me gustaría que bolvamos a ser amigas.
Te quiere, Anity»»Willow volvió a cerrar el sobre y lo dejo en el mismo lugar. Ella sabia que no fue Amity. Trabajo con ella: su letra era más fina, no apretaba tanto el lápiz. Amity jamás se equivocaría en escribir una palabra tan fácil como"volvamos" ni su propio nombre, "Amity".
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Nuevas mamás
Teen FictionLuz tenía siete años cuando llegó a la puerta de los Clawthorne. Tenía un brazo roto, el cuerpo lleno de moretones, y espinas en sus brazos. Aunque podría ser una niña que se lastimó imprudentemente jugando, Raine y Eda sabían que no era así, y con...