Eda dejo el coche estacionado a una cuadra de la pista de skate. Estaba orgullosa de que su hijo pudiera hacer amigos además de Miles, y de su pasada amistad con Julián, que seguramente le había dejado alguna consecuencia en él.
Hunter estaba feliz de que le dejarán ir, aunque Eda tuviera que llevarlo y recogerlo después. Tenía algo de miedo de que su madre decidiera esconderse en un arbusto para espiarlo y "protegerlo" de cualquier maldita cosa que se le acercará.
Miro disimuladamente para atras mientras caminaba, hasta que pudo ver cómo el auto se marchaba y se perdía de vista.
—Tu puedes, Hunter—se animó a unos metros de la pista de skate.
No había mucha gente, todos eran chicos de su edad y algún que otro padre que iba a ver la competencia de su hijo.
Vio a Jerbo sentado en una de las gradas. El chico saludo con las manos y le hizo señas para que se acercará.
—Hola, ¿Ya empezó la competencia?—dijo al ver que ya había varios chicos en la pista.
—No, están recién calentando—dijo y miro a Barcus, que estaba también entre todos esos chicos. Hunter lo saludo con la mano—. Que bueno que decidiste venir.
—Gracias por invitarme.
—No es nada ¡Mira, churros!—señalo hacia un costado.
Viney se acercaba con unas bolsas de churros en las manos. Sonrió al verlos y dió una bolsa a cada uno.
—Con que al final si viniste—sonrió Viney y le dió un beso en el cachete—. Sabía que ibas a venir; no compre una bolsa de más para nada—dijo dándole una mirada a Jerbo.
—Gracias por invitarme—repitió de nuevo sin saber que decir ante tanta amabilidad. No conocía a muchos chicos de su edad que fueran así.
—Ya va a comenzar—dijo Viney.
Los jugadores ya habían dejado de calentar y se estaba posicionado en sus respectivos lugares. Viney se levantó para alentar a Barcus.
Un locutor empezó a hablar por un parlante. Contó los segundos que faltaban para empezar y los participantes.
Empezó la carrera.
Barcus no fue de los primeros en arrancar, pero tampoco fue de los últimos. Después de unas cinco vueltas, una chica de peliroja fue la primera en llegar, seguida de un chico y en tercer lugar Barcus.
Pasaron a dar las medallas. Barcus, por ser el tercer puesto, recibió una de bronce.
—Felicidades por el primer lugar, Meli—felicitó Barcus a la chica. Ella respondió con una sonrisa y lo felicitó por su tercer lugar.
—Lo hiciste genial, Bacu—Viney corrio a abrazarlo.
Jerbo también lo abrazo, y Hunter no sabía si ir y sumarse, porque no quería que se volviera un momento incómodo, o quedarse dónde estaba.
—Eres muy bueno en esto—dijo Hunter cuando el abrazo de disolvió—. Felicidades.
—Gracias—dijo el castaño—. No fue el primero, pero estoy en el podio. Melissa se merecía ganar.
—¡Ahora sí! ¡Vamos por unas hamburguesas para festejar!—propuso Viney, ganando el entusiasmo de todos.
Excepto el de Hunter.
—No traje nada de dinero...—murmuro.
Se sentía un tonto. Se olvidó de que dijieron que después irían a comer algo así que fue despreocupado, sin nada de dinero.
ESTÁS LEYENDO
Nuevas mamás
Fiksi RemajaLuz tenía siete años cuando llegó a la puerta de los Clawthorne. Tenía un brazo roto, el cuerpo lleno de moretones, y espinas en sus brazos. Aunque podría ser una niña que se lastimó imprudentemente jugando, Raine y Eda sabían que no era así, y con...