Capitulo 50

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Pensé que no me alcanzaría el tiempo, al llegar por ti.

Por qué lo dices.

Estuve a la carrera haciendo todo esto, llegué a mi casa tarde ya casi eran las 6, nunca había manejando tan recio.

Pero si siempre manejas recio.

Lo sé, pero este momento me sentía muy apresurado, pero ya te tengo aquí, que de echo ya estamos por llegar y necesito que te pongas está venda–Dijo dándome una venda.

Okey, listo–Dije poniéndome la venda.

Segura que mi ves nada.

No veo nada.

Haber cuántos son.

Cinco.

Cierto no ves nada, ya estamos por llegar.

Pude sentir que ya no se escuchaba el sonido de las llantas con el pavimento, era un sonido como más de aire, sentí que se paró y apagó la camioneta.

Llegamos, pero me bajaré te ayudaré y después quitamos venda.

Escuché el sonido de la puerta y después sentí que abrieron mi puerta, tomo mis manos y me cargo para bajarme, tocando después el piso, que podía sentir la arena entrar a mis sandalias.

No me vallas a soltar.

Claro que no.

Caminamos un poco y después nos detuvimos.

A la cuenta de tres quítate la venda, una, dos y tres.

Quito la venda y mi vista, trataba de acoplarse a la luz, y al fin pude ver un una manda grande y una gran carpa y una linda decoración, era un picnic en la playa y era demaciado lindo.

Que tal, te gusta.

Que si me gusta, me encanta, es lo más bonito que han echo por mi–Dije feliz y tratando de no llorar.

No llores cariño–Dijo limpiando las lágrimas que salian.

Cómo no hacerlo, sin nunca nadie había echo esto por mi, me siento especial y amada.

Eres especial y única, por eso trate de hacer esto, aunque no me lo creas lo hice con mis propias manos y con ayuda de los escoltas pero, quería darte lo mejor y que mejor echo por mi.

Encerio, aún aprecio eso más, encerio muchas gracias, te quiero.

Y yo a ti–Dijo y me dió un beso–Pero andando vamos a disfrutar esto.

Nos sentamos, y pude ver lo precioso que era el mar, empezamos a comer y a conversar, era lindo, con música comida el mar, la arena, la persona que estaba a mi lado, amaba cada detalle que tuvo, de conseguir un vino que más bien era como una limonada de fresa sin alcohol, o con alcohol muy bajo, ya que no me gusta tomar y me encantó ese gesto, se esmero en mucho, sin duda el amor de tus sueños.

Traje algo más, escuché por ahí qué te encanta pintar y dibujar, trate unos lienzos, pinturas y brochas, pintaremos un poco, no soy experto pero con el simple echo de estar aquí contigo lo hago.

Encerio, la verdad esto es genial, el simple echo de estar contigo, la comida y la playa y ésto, es más que perfecto.

La perfecta aquí eres tú.

Iván, Iván traía puesto, un shorts y una linda camisa polo de cuello color celeste, uno de mis colores favoritos, unas sandalias y un lindo gorro, sin dejar pasar si reloj, ánillos y cadenas.

El atardecer estaba por llegar, el cielo con esos lindos tonos, naranja azul amarillo, el sonido del mar y el aire, era más que perfecto.

Sabes, me gustaría tomarnos unas fotos con este lindo atardecer.

Pecado entre paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora