Conflicto

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—Tenma: Estás temblando, ¿Verdad?—Se acercó a paso lento—Parece que jamás habían visto a unos guerreros como nosotros—Antes de que Rin pudiera atacar, Tenma se abalanzó contra él, asestando varios golpes en sus piernas.

—Rin: ¡Traidor desgraciado!—Detuvo una de las manos de Tenma antes de que lo tocará—¿Cómo siquiera eres capaz de estar vivo? ¡Todos ustedes están muertos!

—Cristal: Lo sabemos, a cinco de nosotros, el Santuario de Atena nos dio la muerte—Deslizó su mano por el cuello para dejarlo más claro—Bueno, Atena y usted.

—Rin: Que quede muy claro, la que mando a su ejecución fue Olivia, ¡No yo!—Tenma lo hacía retroceder, lo tenía nervioso.

—Seiya: ¿De qué habla?—Esquivo el golpe de Tenma por poco, Pateó al enemigo en el estómago y lo tiró por el suelo.

—Albiore: —Noqueó al caballero del cisne, por lo que recogió sus cadenas—No nos han pedido matarlos, no te excedas, Tenma.

—Tenma: Hehehe, di' a Miss Mikia di perdonarmi, ma la farò pagare a quest'uomo che si definisce un santo ("Dile a la señorita Mikia que me perdone, pero voy a hacer pagar a este hombre que santo se hace llamar").

—Geist: Amor, los generales marinos ya se harán cargo—Dijo mientras ella y Ellen intercambiaban golpes.

—Ellen: ¿Qué diablos les pasa? ¿Han perdido la razón?—Buscando mantener distancia, uso su aleteo del fénix.

—Shiryu: ¡Geist! ¡June! ¿Qué demonios les sucede?!—Increpó.

—Syun: Maestro Albiore, Cristal ¿Por qué luchan en nuestra contra?—Sus ojos llenos de lágrimas le ardían, era una traición de lo más dolorosa.

—Albiore: De verdad ustedes no entienden—Exclamó, sacudió la cabeza con negación—Me han decepcionado.

—June: Ustedes, y el santuario, son incapaces de encarar las consecuencias de sus acciones—Apretó su látigo con fuerza—Mucho menos disculparse

—Shiryu: ¿Qué creen que les hicieron?—Su escudo lo cubrió de los arañazos furiosos de Geist, si no hubiera actuado a tiempo ahora hubiese tenido el rostro herido por sus garras.

Mei era conducido por Julián, se dirigía al cabalozo, su paso era errático, ¿Cómo ponerlo en esa situación tan difícil? Y qué molestia le causaba la calma de Julián.

—Julián: Ya casi llegamos—Con su mano señaló la puerta que daba entrada al calabozo—Entraré contigo—Dijo al ver el estado de Mei, no parecía prudente dejarlo solo.

—Mei: Voy solo.

—Julián: No te pregunté si querías—Empujó las grandes puertas.

—Mei: —Apoyó su mano contra una de las puertas, al tacto se notaba que no eran puertas normales—Ya veo por qué no sentía el cosmos de Saori.

—Julián: Los dioses en la mitología griega desarrollaron múltiples lugares como este—Relató mientras se adentraba en los pasillos, que se asemejaban a un laberinto—Prisiones, sellos y jarrones para encerrar a sus enemigos—Las puertas eran parecidas—Y también entre ellos.

—Mei: Créeme que de eso ya estoy enterado.

—Julián: Eso es obvio, las manchas en tu cuerpo son una clara evidencia—Mei arqueó las cejas, era raro que una persona normal supiera identificar eso.

La Reina de todos los MaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora