Mito

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Syun y Rin siguieron el paso por otro camino, eran santos que no solían llevarse bien, muy a diferencia del hermano mayor de Syun, Ellen, y Ryuga. Tuvieron mucha suerte de no toparse con ningún general marino antes de llegar ante el templo de Poseidón. 

—Syun: ¡Apúrate por el amor de Atena!—Rin iba a paso lento, sabía la mierda que le tocaría enfrentar en cuanto entrara a ese templo.

—Rin: ¡A ti una diosa no te va a hacer picadillo!—Syun se frenó en seco, pero por la velocidad que Rin llevaba se estrelló contra el suelo.

—Syun: Thetis de Sirena—Se detuvo por esa ninfa tan desgraciada con la que ellos se habían logrado enfrentar hace alrededor de un año—¿También te vas a enfrentar contra nosotros?

—Thetis: Evidentemente… ¿Andrómeda?—Extrañada ladeó la cabeza, tratando de figurar a ese joven con la caballera de Andrómeda.

Hace un año la Guerra contra Poseidón se dio a cabo, Andrómeda había ido con Pegaso, y justo en ese momento de entrar al templo submarino, ella conoció a ambos. Recordaba una armadura rosada cubriendo los brazos y piernas del caballero casi en su totalidad, un largo cabello en tonos verdes claros, tenía una figura muy estilizada, los ataques con sus cadenas parecían un show de ballet de lo más prestigiosos.

   Cuando el caballero en ese entonces se quita la máscara, mostró una cara de lo más delicada, una mirada tan dulce y pasiva, y tan tierna al mismo tiempo. Ahora era difícil identificar a este joven como Andrómeda, aunque aún tenía una figura estilizada y muy bella, lo demás había cambiado, se entendería si solo la armadura presentará cambios, pero hasta la voz se había vuelto diferente.

—Syun: Por favor Apartate de nuestro camino, Thetis—A diferencia de Rin, se encontraba en una postura calmada—Si te vas te perdonaremos la vida.

—Rin: Syun, no seas ingenuo—Reprochó a Andrómeda—Ella no se moverá de la puerta del templo—Iba a preparar un ataque, pero Syun sujetó su muñeca—¿Qué haces?

—Syun: Por favor te pido que abandones tu agresividad por un momento, Rin—Dio un par de pasos, dándole la espalda al moreno—¿Por qué peleas por Anfitrite, Thetis? ¿Ella formará un nuevo mundo como Poseidón te lo prometió meses atrás?

—Thetis: No—Syun abrió un poco más los ojos con sorpresa—Julián Solo me ha pedido proteger el templo de invasores, y de matarlo a él—Señaló a Rin. 

—Rin: Todas las locas quieren mi muerte—Se quejó.

—Syun: ¡Cadena nebular!—Ató a Thetis con su Cadena.

—Thetis: ¿Te gusta nadar con sirenas, pequeña?—Se soltó de su agarre, como si estuviera hecha de agua—¡Trampa de coral!

—Syun: ¡No caeré otra vez en esto!—En los pies de ambos se empezaba a formar un bello coral, él colocó su mano sobre sus pies—¡Shock Nebular! —La corriente eléctrica pudo deshacerse del coral fácilmente—¡Rin!

—Rin: ¿Eso es todo lo que tienes, Thetis?—Río estruendosamente, se tuvo que agarrar el estómago de tanto que había reído—¡Incluso mi hermana Hebe atacaría más fuerte que tú!—Bromeó, saliendo del coral sin complicaciones—Hazte un favor y quítate de mi camino, ¡No lo repetiré una segunda vez!

—Thetis: ¿Quién eres tú?—Retrocedió asustada.

—Rin: Soy el caballero que fue entrenado por el mismísimo Zeus en la era del mito ¡Rin!—Explicó con una sonrisa—¡Vas a probar mi furia, Thetis de sirena!—Corrió hacía ella.

—Thetis: ¡¿Rin?!—No debería estar vivo, ¡No después de tantos años! El hombre la golpeaba sin limitaciones, sin piedad—¡Ya veo! ¡Eres el renacuajo que Poseidón y Afrodita sellaron en la era del mito!—Saltó y apoyó las piernas en una pared.

La Reina de todos los MaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora