—Saori: ¿Qué?
—Julián: Ambos sabemos lo inestables que son los sentimientos de tu hermana, si tú haces una mínima cosa contra su confía te matará. Y si yo me pongo a favor de Seiya o Rin me matará igual. Es un juego demasiado peligroso el que estamos obligados a jugar.
—Saori: ¿Por qué la apoyas?
—Julián: Dentro de esa mujer está una niña pequeña, la cual siente consuelo al saber que por fin tiene el poder y que ya no es débil—Explicó—Es una mente muy inestable, tú deberías conocerla bien.
—Saori: La conozco mejor que nadie, Julián.
—Julián: No lo haces—Con expresión fría miró hacia la puerta—Pero tú insistes en creer que sí. Insistes en pensar que eres de verdad su hermana, que ambas son familia ¡Que Mitsumasa es tu padre! ¡Qué Saya y Mei son tus hermanos!
—Saori: ¡Son mi familia! ¡Son mis hermanos! ¡Él es mi padre!
—Julián: Saori—Le puso las manos en los hombros—No lo son. No lo son ¡No lo son! ¡Si no fuera por Aioros serías una Atena más! ¡A ese santuario jamás le importaste!—Saori con un golpe se separó de Julián—Tú también estás muerta de miedo como ella ¡Ja, Ja, Ja!
—Saori: Yo no pienso caer en sus juegos.
—Julián: Tienes miedo que en algún momento la fina línea entre Dios y humana se borre, y nunca más puedas ver a tus hermanos de la misma manera. Miedo de quedarte sola, ¿Verdad?
—Saori: ¡No es cierto! ¡Ya cállate!
—Julián: Que triste es para nosotros los recipientes ¿Verdad? Estar condenados a actuar un papel el cual nadie nos preguntó si queríamos actuar, pero a nadie le importa porque nosotros debemos ser la persona fuerte, segura, quién debe guiar a los demás sin que ellos nos tengan en consideración. Siendo respetados únicamente por la ilusión de que "Somos un dios"—Soltó una amarga vida—Vaya vida de mierda tuvimos nosotros tres, ¿Verdad?
—Saori: Te haz vuelto loco—Retrocedió, un poco temerosa por la salud mental de Julian.
—Julian: Probablemente, eso haya sido culpa tuya—Sonrió, de seguro en su mente estaba la frase de "Mis traumas, mis chistes"—Si tan solo hubieras tenido confianza en nosotros, pero tú decidiste torturarnos en la Espada de Cryssos, no te gustaría saber que tan horrible es esa sensación, Atenita—Le pico la mejilla con el dedo índice.
Él se retiró lentamente del lugar, soltando las mismas risas.
***
—Mi señora—Entró a la habitación en la que Anfitrite reposaba—¿Requiere de mi presencia?
—Anfitrite: Supongo que sí—Indicó con su mano que se acercará a la cama—Ven.
—Nayuta encontró su muerte, mi señora.
—Anfitrite: Lo sé, encenderé una vela en su honor—Su soldado bajo la mirada, preguntándose por qué ella tenía un vendaje en el pecho, pero sería una total falta de respeto preguntarle—Ella era una chica muy inteligente, lamento que ella haya perdido la vida.
—Por supuesto, señora Anfitrite.
—Anfitrite: General Marino de Sarpa, te pido que por favor acabes con la vida de los caballeros del zodiaco.
—Por supuesto—Hizo una reverencia—¿Algún enemigo con el que deba ser más duro, Diosa mía?
—Anfitrite: No lo sé, aunque Syun y Ryuga me agradan un poco. Sé gentil con ellos, Hope—Se rio un poco
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La Reina de todos los Mares
FanfictionEn las profundidades del océano, la diosa Anfitrite, esposa del temible Poseidón, despierta de un sueño milenario. Kannon, ex dragón del mar, le había otorgado años atrás de la guerra contra Poseidón el cuerpo de la hija mayor de los Kido como recip...