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Le doy un último trago al campari que estaba compartiendo con Exequiel. Aunque trate de estar cómoda en este ambiente no lo consigo, las miradas de Noelia sobre mi me ponen bastante incómoda e inquieta.
Más porque Exequiel le pintaba agarrarme la mano o comenzar a jugar con el largo de mis uñas, mientras hablaba con Ignacio.
— ¿Pedimos otra ronda de shots?. —pregunta Ignacio, mirándonos.
— no amigo, ya está. —se ríe la rubia, tratando de sacar un poco su cara de culo.
— yo voy al baño, ahora vuelvo. —avisa Exequiel, QUE ¿ME VA A DEJAR SOLA?.
Deja un beso en mi mejilla y se va, yo me remuevo incómoda en el asiento. Me había quedado sola, con Noelia y Ignacio, ¿Algo peor podía pasarme?.
Cero problema con ellos, no conozco bien a ninguno de los como para opinar, pero... Se nota bastante que me miran con cierto "odio" ustedes deben entenderme.
— el changuito te tenía re guardada, ni enterados de que estaban juntos. —ríe, Ignacio.
Tanto Noelia y yo nos miramos ante esa pregunta... No entiendo porque me mira tanto, ya está amiga.
— no estamos juntos. —es lo único que respondo.
— no parece, encima justo hoy fuiste a la práctica también. —me vuelve a hablar.
— somos amigos. —asentí.
— no me sorprendería que el chango trate así a sus amigas... Era igual o incluso peor con Iara. —habla por fin la rubia, haciendo que la mire.
— volví. —aparece el chango, sentandose a mi lado nuevamente.
Me quedo ese amargo sabor en la boca, la flaca literalmente me había mentido a la mañana y ahora... Ahora me estaba tratando de no se, me quiere hacer pensar que entre Iara y Exequiel paso algo.
Es que vos también lo pensabas antes, Lolita querida
Antes, ahora tuve la oportunidad de saber y darme cuenta de cómo eran las cosas, cambie completamente mi pensamiento.
— ¿Está todo bien?. —me susurra, solo para mí.
— si, tranqui. —le acomode el pelo, estaba desordenado.
— ¿Vamos a jugar al pool?. —propone Noelia, mirándonos.— Cómo antes...
Eso fue para Exequiel y no caben dudas, lo quedó mirando y todo.
— ustedes dos contra Loli y yo. —dice Exequiel, agarrándome la mano.
Claro... Ni me preguntó sí se jugar a esa cosa, de pedo se jugar a las cartas loco.
