𝟥𝟥

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𝑳𝒐𝒍𝒂
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— ¡Voy a vomitar! —digo saliendo corriendo al baño.

— que asco. —grita Alan mientras venía corriendo atrás mío.

Salgo del baño, los vomitos me estaban matando, vomitaba por absolutamente todo, no había día dónde no vomitara.

Alan había venido a tomar mates conmigo, aunque ahora se le fueron las ganas.

— ¿Te lavaste los dientes segura? —me pregunta haciéndome el amague de pasarme el mate.

— dale, pásame idiota. —le saco el mate.—,

— ¿Dónde está tu marido? —arquea una ceja.

— yo no tengo marido. —me mordí el labio inferior mientras le hacía montoncito.

— mejor entonces. —se ríe y yo arquee mi ceja.

Me reí al escuchar eso y tire mi pelo hacía atrás, Alan me quedo mirando con una sonrisa y termina agachando la cabeza mientras se reía, este pibe...

— ¿Vamos a tirarnos al sillón a mirar una peli? —me pregunta levantándose.—, Estoy con una fiaca.

— ¿No habías quedado en juntarte con Victoria acaso? —le pregunté imitando su acción.

— si, pero más tarde. —hizo hombritos y se tiró al sillón.—, Se compara todo el tiempo con Iara.

— ay. —suspire recostandome en su pecho.—, La entiendo tanto.

— voy a ignorar eso. —me hace mimos en la cabeza.—, Busquemos una película mejor.

Alan empezó a buscar una película y yo estaba que me quedaba dormida encima que me estaba haciendo mimos en la cabeza, la quedó acá nomás.

Las manos de Varela bajaron hasta mi vientre dónde abrí los ojos al sentir que me estaba haciendo mimos ahora, en la panza.

Levanto mi cabeza para mirarlo y él me dedica una sonrisa, se la devuelvo.

— cuando Aitana estaba en la panza, amaba hacerle mimos. —ríe.

— ¿Te gustaría ser padre de nuevo? —le preguntó agarrando su mano también.

— si, que se yo. —suspira.—, Capaz que no, osea... Yo quería todo con Iara, ahora no sé.

— ay dios. —me río y le doy un beso en el cachete.—, Pero con lo lindo que sos, imagínate un mini Alan.

— ¿Y una mini Lola? —se ríe mientras su mano seguía en mi panza.—, Que salga toda enojona.

— cállate boludo. —me reí.—, Yo no me enojó fácil.

— que no. —hace montoncito.—, Sos corta mecha mal.

Rode los ojos y Alan me abrazo fuerte, dejó un beso en mi cabeza y nos quedamos mirando la tele. A los pocos minutos nos dimos cuenta que había llegado alguien.

𝗽𝗲𝗿𝗰𝗼𝗿𝘀𝗶 𝗱𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶| ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora