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— la verdad no se. —suspiro tirandome en el sillón.
— Iara es tu mejor amiga Exe, no tendrías que alejarte boludo. —me dice Luis mientras cebaba el mate.—, Osea todo bien con Alan y Lola...
— ¡El tema es de cómo nos tratamos Luis!. —lo interrumpo algo estresado.—, Soy consiente de que en algún momento la trató como a Lola y ella me trata cómo a Alan.
Luis, quién estaba por llevarse el mate a la boca me quedé mirando sorprendido. Estoy con una gran confusión en mi cabeza, no se que carajo hacer.
— ¿Y vos sentís algo por Iara?. —pregunta haciéndose el boludo.
— a Iara la conozco del barrio Luis, de changuitos la conozco ¿Entendés?. —me siento bien para mirarlo.—, Ella estuvo conmigo siempre, cuando estaba con Noelia...
— no te estoy preguntando si estuvo o no estuvo chango. —se pasa las manos por la cara.—, Te estoy preguntando si sentís o no algo por ella.
— no, la veo cómo mi mejor amiga y nada más.
— ¿Por qué la tratas como si fuera ella Lola?.
— ¡Cortala con esas preguntas estúpidas!. —le digo estresado y me terminó levantando.—, Mejor me voy.
— chango aclara tu mente. —me agarra el brazo antes de irme.—, Me doy cuenta cómo la miras, y como te pones cuando la abrazas.
No siento nada por Iara, es mi mejor amiga, quiero lo mejor para ella, siempre voy a querer lo mejor para Iara, es una de las personas más importantes en mi vida.
Salgo del departamento del 38, voy directo a mi auto mientras me ponía el buzo junto con la capucha. Lola había vuelto pero era como si no, porque no me hablaba, desde hace dos noches que la crucé en ese bar junto a Varela.
Llego a mi casa estresado, con ganas de no se, tirarme y dormir durante dos horas seguidas, sin ganas de nada estoy. Pero al llegar a la entrada puedo notar que estaba Lola ahí sentada esperando.
Tenía unos anteojos de sol, su bolso, un bolso bastante grande que digamos. Nuestras miradas se cruzaron, pensé que no me quería ver ni en pintura.
— hola. —se levanta y trata de sonreírme.
— hola. —me rasco la nuca algo nervioso, no me la esperaba la verdad.
