𝗽𝗲𝗿𝗰𝗼𝗿𝘀𝗶 𝗱𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶| ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ

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— dale chango, salgamos. —me insiste Ignacio.—, Vine a Buenos Aires para verte, y estás acá, encerrado.

— no estoy de ánimos cómo para salir Igna, quiero dormir. —me tape hasta la cabeza, quería dormir en verdad.

Me seguía teniendo mal la situación que estaba pasando, más la cagada que me había mandado con Lola, Iara... no puedo ser tan pelotudo.

— la solución es pasarla bien con tus amigos, no quedarte llorando cómo pelotudo acá. —dice mi amigo mirándome serio.—, Salgamos y ya fue.

— ¿vos entendés lo qué me está pasando? —lo mire mal.—, No, no entendés.

— yo lo único que entiendo es que sos tremendo boludo. —rueda sus ojos estresado.—, ¿cuándo la vas a cortar con Iara?

— lo de Iara y yo fue algo fuerte. —suspiro.—, No me di cuenta en el momento lo mal que le estaba haciendo, y cuando la ví bien con..

— cuándo viste que estaba re haciendo su vida, que estaba bien, que no necesitaba más tu amor, volviste, te metiste y encima salieron lastimados todos.

Decido no escucharlo y levantarme de la cama, venía escuchando lo mismo durante semanas, ya me cansaba el mismo verso de mierda, ya sabía que la había cagado, dejen de estar repitiendome mis errores.

Agarré ropa para bañarme sin ganas, porque la verdad lo que menos quería ahora era salir, pero Ignacio me estaba insistiendo demasiado. Aparte por lo que había visto, Lola también salía, ya que mañana se iba...

— ¿vos entendés que se va? —volví a la habitación quejándome.—, Se va, y yo nunca pude decirle cómo me sentía realmente.

— ¿por qué fuiste un boludo capaz? —me mira obvio.—, Las cosas ya están hechas hermano, queda hablar y listo, terminar en buenos términos.

— pero la mina ni eso quiere, no me quiere ver ni en figuritas.

— ¿te podés ir a bañar y después seguimos hablando del tema?

Vuelvo al baño y me metí a bañar por fin, no dejaba de pensar y maquinarme, me confundí demasiado en este último tiempo, pasaron tantas cosas y tan rápido, que no me dio tiempo a nada.

Ahora que lo pienso más calmado, creo que fui un indeciso de mierda, con Iara fui una mierda, con Lola también. Iara, la mina que me había bancado en muchas cosas, y yo solamente la boludeaba, porque tampoco sabía lo que quería y la lastime.