22.- Una promesa

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Bella.

Viajamos a Pavía el fin de semana siguiente para la carrera de Alessio. El segundo Grand Prix estaba en juego, y esta es una oportunidad grandiosa para que los pilotos obtengan puntos altos para sumarse al Gran Premio de Italia.

Nos hospedamos en la residencia otorgada a los pilotos, en donde también se encontraba Max, y algunos otros pilotos de otras marcas y compañías.

Y se siente como un sueño. He aprendido más cosas de autos en la última semana, tanto que Mateo estaría orgulloso de mí. Si Alessio conseguía una buena posición y colocarse en los uno de los primeros tres lugares, obtendría una ventaja considerable para las siguientes carreras.

Lo miro y ahora es como ver a otro chico, a un hombre distinto que ama la velocidad y que nunca antes estuvo alejado de las carreras. Su confianza va en aumento, y eso me hace sentir realmente orgullosa.

—La conferencia de prensa será al medio día —me informa mientras desempacamos —¿vendrás, cierto?

—Claro que sí, viaje para acompañarte —le recuerdo —eso significa que seré tu sombra.

Eso lo hace reír, el sonido brota tan natural y tan genuino que termina por contagiarme. Son las diez de la mañana, y no creí que estuviese corriendo tan pronto para los compromisos.

—Debemos estar listos en una hora, ¿es suficiente tiempo para ti?

Asiento.

—Puedo ser bastante rápida si me lo propongo —se inclina hacia mí y deja un beso sobre mis labios.

—No tengo dudas de eso.

Nos concentramos en terminar de desempacar, la habitación que se nos había otorgado contaba con dos cuartos, y una pequeña sala. Hamilton dijo que los pilotos necesitaban su propio espacio para poder concentrarse antes de las carreras pero Al insistió en que eso no sería necesario para él, así que ocupé la misma habitación que él.

Luego de sacar nuestras cosas de la maleta, nos preparamos para poder ir a la conferencia de prensa. Escojo un vestido corto en color amarillo, de hombros caídos y me recojo el cabello en una coleta alta que complemento con un listón del mismo color del vestido.

Me calzo con unos cómodos tenis y tomo un pequeño bolso para poder cargar con mi cartera y celular.

—Luces preciosa —Al sonríe cuando salgo del cuarto del baño.

Él porta una camiseta de mangas cortas en color blanco. Creo que es la primera vez que lo veo usar una prenda como esa, desde que lo conozco, las mangas largan han sido sus mejores compañeras. Él parece darse cuenta de mi mirada, porque sonríe con suavidad y señala la chaqueta.

—No te alegres tanto, llevaré la chaqueta —informa —aún no me atrevo a aparecer en público con las cicatrices.

—Entiendo —asiento levemente —la chaqueta te hace lucir tan apuesto.

—¿Nos vamos?

Asiento de nuevo, él termina de colocarse la chaqueta y se ajusta la gorra con el logo de mercedes. Toma mi mano al salir, y en el pasillo nos cruzamos con Max. Él me sonríe y se comporta amable, sin embargo, realmente hay algo en él que no termina de agradarme, y no tiene absolutamente nada que ver con que casi me arrollara.

Un auto ya se encuentra esperando por nosotros, y gracias al cielo Max no viene con nosotros.

La conferencia se llevaría a cabo en un pequeño auditorio, ya que sería con entradas controladas. Ya hay varias personas esperando afuera, y no creí que Alessio tuviera tantas fanáticas, así que me sorprende bajar del auto y ser golpeada con los gritos emocionados de las chicas.

Un desastre perfecto.(SL #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora