Un desastre perfecto.(SL #4)

23.- Estallido inesperado

Bella.

Hubiese deseado acompañar a Alessio en sus siguientes carreras, pero muy a mi pesar, aún tenía que hacerme cargo de mi propia carrera, había faltado a dos ensayos por asistir al Grand Prix de Pavia, y ahora tenía que ponerme al día para no atrasarme con los ensayos y las siguientes presentaciones.

Pol no estaba feliz con mis faltas, y durante el ensayo de hoy, lo dejó saber.

—Otra vez —Diane nos señala —Pol, estás demasiado a prisa, recuerda que tienes que ser el pilar de Bella, si tu te adelantas, la obligas a adelantar los pasos.

—Sí, lo siento —se disculpa mientras toma una inhalación.

—Tomen un descanso, beban un poco de agua y nos vemos en veinte minutos.

Nos lanza una mirada de advertencia y luego se aparta hasta donde se encuentran los demás bailarines.

—Bien, si estás enojado conmigo es momento para que lo digas —exijo —porque todo este ensayo está saliendo terriblemente mal, y eso es algo que no voy a tolerar.

—Oh, ¿ahora si estás interesada en los ensayos? —se cruza de brazos —creí que estabas interesada en las carreras de autos ahora.

Resoplo.

—Por favor, Pol. No estoy para berrinches ahora, ¿bien? Si Diane no tuvo problema en que me ausentara a dos ensayos, tú no deberías de tener mayor inconveniente.

—Claro que tengo inconveniente, porque eres mi pareja, Bella. Si faltas a dos ensayos claro que me afecta. Sobre todo que has estado lejos por meses, no podemos perder el tiempo ahora que apenas lo estamos recuperando.

—No nos va a afectar perder dos ensayos de una hora cada uno —objeto —y ahora estoy aquí, y parece que tienes toda la intención de arruinar un ensayo que si nos va a llevar todo el día.

Pol solo resopla, y se marchan sin decirme nada más. Echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos por un momento.

—Vaya, es nuevo ver que discuten —volteo hacia Charlie —¿acaso han perdido la conexión?

Sonrío sin querer mostrarme amable.

—No deberías husmear en conversaciones ajenas —ladeo levemente la cabeza —deberías estar practicando ese giro del que llevas como quince intentos y aún no puedes acabar en posición.

Su rostro se contrae con molestia y esta vez sonrío con victoria. No me molesto en darle una despedida, solo la esquivo para poder ir hasta donde se encuentra mi botella de agua para poder hidratarme y tratar de no perder la paciencia.

Reviso el celular, tengo un par de mensajes de Alessio informando que estaban registrándose en el hotel, y que luego estaría en sesiones de entrenamiento. Le respondo con un mensaje deseándole éxito y luego paso al chat de Laurie, mi amiga parecía realmente molesta por no habernos reunido así que quedo con ella de verme después del ensayo.

Los veinte minutos que Diane nos dio como descanso sed acaban con rapidez y pronto estamos de regreso en medio de la sala.

—No sé que pasa con ustedes dos, pero lo que sea que sucede, deben resolverlo —nos advierte —tal vez les vendría bien salir y tomar un café. O no sé, cualquier cosa que haga que dejen de odiarse.

—No nos odiamos —objeta Pol —pero creo que si necesitamos ese café.

—Ni lo sueñes —debato, pero esta vez, lejos de molestarlo, una suave sonrisa se filtra en sus labios.

Diane nos da las indicaciones, y nos concentramos en hacerlo bien esta vez. Al final, el ensayo parece volver a coger su ritmo y todo sale estupendamente.