Alessio.
Hubo muchas cosas que no creí posible luego del accidente. Con mi carrera arruinada, y un trastorno de estrés postraumático, realmente no imaginé encontrar a una chica por la que sentir algo.
Pero aquí estoy, caminando de la mano de Bella Lombardi y sintiéndome tan malditamente bien como hace mucho tiempo no era capaz.
Es extraño en realidad, el saber que a pesar de la mierda que parece rodearme, pueda encontrar en una chica que conocí hace poco, un espacio que me devuelva el bienestar y la paz que no he conocido desde ese día.
—¿En qué piensas ahora? —Bella se apega a mi cuerpo, mi saco cuelga sobre sus hombros y luce muy bien con él aunque es varias tallas más grande. Su delgado cuerpo apenas lo ocupa, pero sigue mirándose hermosa.
—En lo rápido que esto es —admito mirándola —¿no crees que puede ser una locura? Quiero decir...conocerte en tan poco tiempo y sentir que me vuelves loco.
Se ríe, he descubierto que la risa de Bella es uno de mis sonidos favoritos. Es alegre, cálido.
—¿Te vuelvo loco?
—En muchos sentidos —me inclino levemente hacia su cuerpo —y realmente no esperé sentirme así tan pronto.
—A veces es curioso como la vida puede sorprendernos, créeme, he sido testigo de eso.
—¿Ah, si?
Asiente levemente, regresa la mirada al frente y parece considerar sobre decirme algo o no.
—La primera vez que lo descubrí fue cuando llegamos a vivir a casa de mi tío Ángelo. Apenas era una niña, pero estaba acostumbrada a un estilo de vida. Luego de pronto perdí a mis padres y todo mi mundo se vino abajo, pero lo tuvimos a él. Recuerdo vagamente que sentía envidia de mis amigas porque ellas tenían a sus padres, porque los veía irlas a recoger a la escuela, y cada lunes llegaban contando algo nuevo que hicieron con su familia.
Su cuerpo se tensa levemente, lo siento por la manera en la que parece aferrarse a mi mano.
—Y yo no tenía eso, la vida me lo había arrebatado.
—Debió ser duro, eras apenas una niña —susurro.
—Sí, lo fue. Pero luego...luego el tío Ángelo pareció cambiar y nos convertimos en su mundo entero. Iba a mis recitales, me consentía tanto como le era posible y procuraba hacerme sentir querida, me contaba cuentos para dormir, e incluso luego de que sus hijos nacieran, él no nos hizo a un lado. Nos volvimos unidos, tanto que lo veo como mi padre ahora. Gracias a él nunca me hicieron falta mis padres, aunque los echo de menos muchísimo.
—Estoy bastante seguro de que tus padres están tranquilos —le sonrío cuando busca mi mirada.
—¿Quieres saber como lo descubrí las siguientes veces?
—Estaré encantado de escuchar.
—Mi hermana Antonella, antes de conocer a mi cuñado James, estuvo comprometida con un idiota —resopla con molestia y eso me roba una sonrisa —tuvo una no boda.
—¿Una no boda?
—La dejaron plantada —dice en un suspiro —fue un desastre, y en medio de todo ese caos, James llegó. Él era reportero, y quería escribir una historia así que pensó que sería buena idea hacerse pasar como mi maestro de danza y fingir ser otra persona.
—Espera —me giro hacia ella deteniendo nuestro andar —¿tu cuñado robó una identidad?
Bella vuelve a reír, sus ojos brillan con diversión, como si en serio le hiciera gracia.
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Un desastre perfecto.(SL #4)
RomanceElla, la princesa de la danza. Él, el rey de las carreras de autos. Dos accidentes. Dos sueños que amenazan con romperse. Un encuentro que parece unirlos. Bella Lombardi es la estrella del ballet, tan sublime y perfecta sobre el escenario, con una c...