Alessio
La recuperación no fue sencilla, en lo absoluto. Han pasado cinco semanas en donde he tenido que mostrar un lado tan fuerte de mí que no creí posible volver a mostrar, pero esta vez, esta vez tengo a toda mi familia para apoyarme.
Esta vez no me escondo, dejo que las personas que me quieren, y a las que quiero tanto estén cerca de mí, porque al final, las batallas se pelan más fáciles cuando sabes que tienes un ejercito atrás para respaldarte.
Bella ha sido un pilar fundamental, a pesar de nuestra perdida, encontramos en eso el valor suficiente para unirnos más. Ha estado a mi lado en todo momento, rehusándose a dejarme solo, y eso es algo que debo agradecerle tanto.
Ambos nos hemos separado de nuestras carreras, aunque ella lo hace por voluntad propia. Dijo que deseaba estar conmigo, tomarse el tiempo para estar con su familia, y reponerse de todo lo que el embarazo significó.
Y con tantas cosas por resolver, el mes de septiembre llegó y el cumpleaños de Bella se acercaba.
—Así que, ¿una fiesta sorpresa? —arqueo la ceja mirando a Jacob.
—Bella ama las sorpresas —dice con una sonrisa —creo que sería una buena idea luego de todo lo que ambos han pasado.
Asiento levemente.
—Bien, no puedo hacer mucho así —señalo la silla de ruedas en la que me encuentro —pero estoy seguro de que Marcella podrá ayudarte en cualquier cosa que requieras, ¿cierto Marce?
Mi hermana sonríe.
—Por supuesto, ¿Qué tenemos en mente?
Jacob nos explica entonces que desea hacer una fiesta de disfraces, dice que Bella siempre ha querido una pero que nunca ha tenido la oportunidad y que esta sería una muy buena forma de aprovecharlo.
Marcella, quien no ama las fiestas de disfraces, pronto salta con una idea tras otra tanto que tenemos que detenerla antes de que se emocione lo suficiente como para querer invitar a medio Milán.
—Pero, si es una fiesta de disfraces, tendríamos que avisarle antes —advierto —lo que ya no sería una fiesta sorpresa.
Jacob chasquea la lengua.
—Cierto, bueno...déjame pensar en algo, ¿bien?
Al final ellos se marchan antes de que Bella vuelva a casa, había salido a pasar la tarde con Laurie, a quien ya conocía y según sus palabras, se tardaría un poco antes de volver a casa, sin embargo, cuando la noche comienza a caer, la puerta se abre y reconozco su voz alegre.
—¿Al?
—En la cocina —hablo elevando la voz.
Sus pasos acercándose me hacen sonreír, y luego aparece. Una sonrisa se filtra en sus labios mientras se aproxima hasta donde me encuentro.
—Creí que estarías descansando.
—Es aburrido estar todo el día en cama —hago una mueca.
—Sí, sé que es eso —sonríe un poco más y se inclina hacia mí, posando con suavidad sus labios sobre los míos.
—¿Qué tal estuvo tu salida?
—Bien. Salir con Laurie siempre consigue relajarme, y quiero aprovechar el tiempo libre que tengo ahora para poder salir con ella. Siento que he descuidado mucho nuestra amistad.
—Bueno, tenías una carrera de la cual preocuparte, estoy seguro de que Laurie entiende eso, ¿cierto? —me dedica un corto asentimiento —eres una excelente amiga y estoy muy convencido de que ella lo sabe.
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Un desastre perfecto.(SL #4)
RomanceElla, la princesa de la danza. Él, el rey de las carreras de autos. Dos accidentes. Dos sueños que amenazan con romperse. Un encuentro que parece unirlos. Bella Lombardi es la estrella del ballet, tan sublime y perfecta sobre el escenario, con una c...