Capítulo 22: Enredaderas Invasoras.

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Subaru: Muy bien... Raphtalia, Pájaro Filo, atentas.

Bien, así que hoy vamos a combatir contra plantas. Me había acostumbrado a manejar las hierbas para hacer medicinas, pero las plantas que estaban ahora a nuestro alrededor eran completamente diferentes.

Las enredaderas estaban cubiertas con diferentes frutas, y sus raíces decoradas con basicamente papas. Pero eso no era todo. Eran parasitarias, podían infectar tu cuerpo o escupir veneno, ácido y esas cosas.

Estaba pensando que el herbicida sería probablemente lo mejor a usar, ya que no sabía si cortarlas o derrotarlas en combate realmente serviría de mucho y prefería evitar más percances si al final deciden molestarse por algún destrozo que pueda llegar a haber.

Caminamos durante un rato antes de que las enredaderas serpenteantes decidieran atacarnos.

Raphtalia: ¡Jah!

Filo: ¡Lyaah!

Raphtalia y Filo se encargaron de ellas rápidamente. Pero sus ataques no sirvieron para detener las enredaderas. Como mucho se podía decir que nos habían causado más problemas, ya que ahora las otras enredaderas estaban tomando interés por nosotros.

Podríamos probar a usar magia de momento, que para algo la aprendí...

Subaru: Yo soy... La fuente de todo poder. Escucha y obedece mis palabras. Protégelos, guardia Rápida.

Lancé un hechizo protector sobre Raphtalia y Filo.

El hechizo aumentaría el poder defensivo del objetivo. Si lo usaba en mí mismo resultaba incluso más efectivo, porque mi defensa ya era muy alta de por sí.

Raphtalia: Gracias... Subaru-sama.

Filo: ¡Graciaaas!

No pude realmente responder a ninguna de la dos, ya que pronto volvieron a ser atacadas por otras enredaderas.

Podíamos seguir luchando de esta manera. Pero tal y como estaban las cosas, a lo mejor podríamos matarlas una a una y avanzar en vez de quedarnos mucho tiempo en una sola zona. Y siempre podía dar algo de apoyo si las cosas se les empiezan a complicar.

Ahora bien... No sabíamos exactamente como habían roto el sello, así que no tenía ninguna idea concreta para enfrentarnos a este enemigo sin destruir todo el sitio en el proceso si era necesario acabar en su totalidad con eso. Por lo tanto, lo único que podíamos hacer era intentar cualquier cosa que estuviera dentro de nuestras posibilidades hasta encontrar algo que funcionase sin dejar daños grandes. En el peor de los casos, tendríamos que regresar a esas ruinas, y eso sería una molestia.

Las enredaderas no eran lo suficiente fuertes como para atravesar mis defensas en absoluto aún si solo decidiera apoyarme solo en la defensa del escudo, así que tampoco fueron capaces de hacer nada para detener nuestro progreso.

Subaru: Sigan avanzando. Descubriremos lo que sea cuando lleguemos allí.

Raphtalia: Entendido...

Nos apresuramos y llegamos hasta lo que parecía ser el origen de las raíces de las plantas, en el mismo centro del pueblo.

Toda la zona estaba plagada de monstruos basados en plantas. No eran tan fuertes como para que Raphtalia y Filo no pudiesen encargarse de ellos, pero aún así... Tenía esta sensación en mi que quería asegurarse de que estuviesen protegidas.

Subaru: ...

En seguida analicé a los oponentes que había en la zona. Los nombres de los monstruos eran BioPlanta, Planta Riwe y Mandrágora.

BioPlanta se refería a algún tipo de planta madre a partir de la cual se generaban los demás enemigos. Planta Riwe, específicamente a una amalgama de diferentes enredaderas con forma humana. La Mandrágora era como una gran planta lanzadora inmóvil, el monstruo escupe-veneno que Filo había mencionado. La Planta Riwe tenía una flor gigante que le crecía de su cabeza, y ésta liberaba nubes de polen venenoso. La Mandrágora producía un ácido en forma líquida desde sus enredaderas que lanzaba contra las criaturas más débiles, y entonces, una vez aturdidas, las arrastraría hasta su boca abierta.

Subaru el Héroe del Escudo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora