Subaru el Héroe del Escudo.

Capitulo 11: Ola de destrucción.

El cielo estaba lleno de agujeros, y estaba manchado con un color rojo profundo.

Subaru: Esto es...

Recordé mirar a dónde se dirigían esos 3 soquetes.

Fijé mi mirada a dónde se encontraban y ví grupos enormes de monstruos que estaban surgiendo de las grietas del cielo.

Me preparaba para seguirlos y hacerles ver lo inútiles que son.

Raphtalia: ¡Estamos en Riyute! Esta es una aldea agricultora. ¡Hay mucha gente en ella!

Subaru: Las evacuaciónes deberían haber terminado ya.

Pero espera, si las olas aparecen sin escoger un lugar en específico, no pueden evacuar, que molestia. No quiero simplemente ir a ayudar aldeanos.

Aunque tampoco tengo una razón de aligerar el trabajo de los otros 3 inútiles, haré lo que me dé la gana.

Subaru: Muy bien Raphtalia, vamos a la aldea.

Raphtalia: ¡Okey!

***

Llegamos a la aldea en el momento exacto, ya había caballeros y aventureros luchando, pero estaban siendo derrotados, inútiles.

Subaru: Raphtalia, ayuda a evacuar la aldea.

Raphtalia: Pero... ¿Que harás tú?

Subaru: Acabaré con cualquier criatura que sea tan tonta para ponerse en mi camino, vamos.

Deje que Raphtalia hiciera su trabajo y yo me acerqué al lugar. Había una multitud de monstruos Langosta, comencé a destrozarlos.

Activé la autoridad de la Ira y todas las langostas que estaban en la zona fueron evaporadas.

Había una persona que se estaba ocultando junto con un grupo de gente detrás de él.

???: Hé... Héroe!

Subaru: Miren... Voy a destruir a todos los monstruos de la zona, hagan algo bueno y escapen.

Vi algunas caras que reconocía, de la gente que había hecho negocios conmigo.

???: ¡Okey!

Todos se dieron la vuelta y corrieron dejándome a mí para mantener la línea solo.

Exelente, así podré actuar con más facilidad. Se acercaba un gran grupo de monstruos, camine relajadamente hacia ellos, hundí mi pie en la tierra y lo levanté hacia delante dejando que los trozos resultantes de tierra salieran disparados hacia los monstruos...

Todo monstruo que estaba ante mi, termino lleno de agujeros, los trozos de tierra se habían convertido en pequeños proyectiles llenos de poder.

Codicia.

Unas habilidades tan fuertes que me sorprende haber derrotado con mayor facilidad a su arzobispo que al de la pereza.

Seguí caminando en busca de monstruos por los alrededores.

???: ¡A... ayuda!

El dueño de la posada en la que nos estuvimos quedando estaba apunto de ser atacado por las garras de grandes monstruos.

Subaru: ¡Escudo de ataque aéreo!

Eso se interpuso entre el y los monstruos, el tipo estaba sorprendido y se giró para mirarme.

Subaru: Vete de aquí ya.

???: ¡Gracias!

Bien hora de morir.