Con los pies desnudos sobre la mesa del café y el ordenador en su regazo, Mile parecía tan cómodo y relajado, que estuvo todo el tiempo distrayéndome de mis programas de la televisión.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?, me pregunté. ¿Este hombre tan desmesuradamente atractivo y yo?
-Me estás mirando -murmuró, con los ojos puestos en la pantalla de su portátil.
Le saqué la lengua.
-¿Es eso una provocación sexual, joven Nnattawin?
-¿Cómo puedes verme si estás mirando lo que sea eso en lo que estás trabajando?
Levantó en ese momento la vista y me miró fijamente. Sus ojos cafés resplandecían de energía y calor.
-Siempre te veo, cielo. Desde el momento en que me encontraste, no he visto otra cosa más que a ti.
El miércoles empezó con la polla de Mile tratando de penetrarme, mi nueva forma preferida de despertarme.
-Vaya -dije con voz ronca, quitándome el sueño de los ojos mientras pasaba el brazo por mi cintura y me acercaba a su cálido y fuerte pecho-. Esta mañana estás juguetón.
-Estás precioso y sexy por las mañanas -susurró, acariciándome el hombro con la nariz-. Me encanta despertar contigo.
Celebramos una noche de sueño ininterrumpido con unos cuantos orgasmos entre los dos.
Horas después, almorcé con Mark y Steven en un encantador restaurante mexicano escondido bajo el nivel de la calle. Bajamos unas escaleras de cemento y entramos en un restaurante sorprendentemente espacioso con camareros vestidos con chaleco negro y mucha luz.
-Tienes que volver aquí con tu chico para que te invite a un margarita de granada -dijo Steven.
-¿Están buenos? -pregunté.
-Desde luego.
Cuando vino la camarera a por la comanda, flirteó descaradamente con Mark agitando unas pestañas envidiablemente largas. Mark también flirteó con ella. A medida que avanzó la comida, la exuberante pelirroja, en cuya solapa lucía el nombre de Shawna, se volvió más atrevida, y tocaba el hombro y la nuca de Mark cada vez que se acercaba. A cambio, las bromas de Mark se hicieron más sugerentes hasta que me fijé en que Steven se ponía nervioso, con la cara enrojecida y el ceño cada vez más fruncido. Me revolvía incómodo y conté los minutos hasta que terminó aquella comida cargada de tensión.
-Veámonos esta noche -le dijo Shawna a Mark cuando trajo la cuenta-. Una noche conmigo y te curaré.
Yo ahogué un grito. ¿De verdad?
-¿Te viene bien a las siete? -susurró Mark-. Te voy a destrozar, Shawna. Ya sabes lo que pasa, que una vez que se ha catado lo bueno...
El agua me entró por el otro lado y me atraganté.
Steven se puso en pie de un brinco, rodeó la mesa y empezó a darme golpes en la espalda.
-Por Dios, Apo -dijo riéndose-. Sólo estábamos gastándote una broma. No te nos mueras.
-¿Qué? -jadeé con los ojos llenos de lágrimas.
Riéndose, se dio la vuelta y pasó el brazo por encima de la camarera.
-Apo, ésta es mi hermana, Shawna. Shawna, Apo es la que hace que la vida de Mark sea más fácil.
-Eso está bien -respondió Shawna-, porque seguro que él te la hace más difícil.
Steven me guiñó un ojo.
-Por eso es por lo que me tiene cerca.
Al ver a los hermanos juntos, por fin me di cuenta del parecido que antes se me había pasado por alto. Me hundí en mi asiento y miré a Mark con odio.
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NO TE ESCONDAS DE NADA
Storie d'amoreEs una historia donde Apo, despertará instintos que ningún otro hombre ha logrado.