Capítulo 13.
—Tengo la información sobre el muchacho —dijo una voz gruesa atrayendo de forma inmediata la atención del hombre al otro lado de la celda.
Hyuck se levantó y se acercó, deseoso por conocer todo lo que ese muchacho —de nombre Song Mingi—, pudiera ofrecerle. Mingi era un joven sin alma y que gozaba de la maldad, fácilmente podría ser la encarnación del diablo; su maldad no tenía límites. Era alto y delgado, con un cabello espeso en tonos rubios oscuros y su mirada era un mar chocolate, oscuro y frío.
Saboreó la victoria, mientras más conocimiento tuviera sobre la vida de cada uno de esos insulsos chicos, más ventaja obtendría. Y así iría, poco a poco desentrañando la vida de cada uno de esos jóvenes hasta tener sus almas desnudas ante él.
Los haría sufrir por el simple hecho de resguardar a Yunho con tanto recelo, oh, y cuando encontrara la mayor debilidad de Yunho no dudaría en hacerlo implorar por su vida.
—¿Qué sabes?
El muchacho sonrió con malicia.
—Ese chico las ha pasado feas —se burló—, su padre murió.
Los ojos oscuros de Hyuck brillaron y sus cejas espesas se alzaron.
—¿Cómo se llamaba?
—Jung JinSeok —se encogió de hombros—, trabajaba en un taller automotriz, sin embargo, fuentes confiables me han dicho que él estaba con la madre del muchacho Jung por obligación.
Hyuck asintió, y lo miró, esperando que soltara lo que lo tenía con esa mirada de loco. Desde que Mingi trabajaba para él, siempre había sido eficiente, tenía un tornillo fuera del lugar correcto, y actuaba como un loco sin causa, le gustaba el dolor ajeno y se reía de las desgracias de otros. Sus ojos marrones estaban brillando con deleite, y algo de esa información lo tenía gozando.
—Habla de una vez, Song —instó con impaciencia Hyuck.
Mingi se relamió los labios.
—Lo asesinaron —sonrió—, pero al parecer, su caso lo han estado guardando de manera recelosa desde entonces, sucedió hace diez años, el niño Jung estaba a meses de cumplir los ocho años.
—Interesante, ¿Algo más?
—Hay una casa escondida entre un bosque, está inhabilitada y justo ahí, lo asesinaron.
—Revisa el lugar.
—Ya lo hice —sonrió con burla Mingi, ganándose una mirada molesta por parte de su jefe.
Hyuck lo miró, esperando atentamente para conocer el resto de la información.
—Es un show de horror ese lugar; sangre seca abunda las paredes y no ha sido inspeccionado por la policía.
El hombre de ojos oscuros miró atento a Mingi, ese sí era un detalle importante para sus próximas jugadas, las ganas de revisar el lugar por cuenta propia le quemaron el cerebro y maldijo su suerte por estar encerrado en esa maldita pocilga.
—Vete, llama a Sehun, quiero hablar con él —dijo dándose la vuelta.
Con una sonrisa burlona y andar arrogante, Song Mingi partió del lugar, satisfecho con su trabajo investigativo.
Hyuck observó fijamente la pared lisa y oscura, sus ojos oscuros sin mirar nada en específico, había algo que no le cuadraba en esa historia, ¿Quién había asesinado de esa forma tan brutal al padre de ese muchacho?, ¿Por qué?, ¿Cómo?, miles de preguntas estaban volando en su cabeza. La necesidad de saber todo sobre esa historia lo estaban llevando a miles de cavilaciones y todas tenían dos puntos en común; lastimar a ese muchacho y debilitar sus defensas y conocer la pieza faltante de esa historia.
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Cosas Malas; woosan
Fanfiction«Entre misterios y secretos, se desvelan los sueños y se despedazan las almas» Todos los derechos reservados.