Capítulo 40

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3 meses antes

Kira

Eran las 7 de la noche.

Mi hermana y sus hijas regresaron a su cuarto para cambiarse después de que el clima cambiase radicalmente, mientras tanto, yo comencé a recapitular lo que había hecho durante los últimos años. Saqué la conclusión de que quería poner un cierre.

En la primera planta del restaurante, se celebraba la cena de un matrimonio, justo en el gran salón, lugar de clase alta y pudiente, los toldos blancos combinaban con el vestuarios de todos, la temática era ir de blanco. Al contrastar, era incapaz de colarme así que me aparté. Yo me encontraba en la segunda planta del comedor, desde aquí podía ver parte de la ceremonia.

Leya me dijo que iba a venir para tomar un par de tragos, sin embargo, ya se estaba tardando. De hecho, mi cuñado aún no había llegado. ¿Será que el tráfico está horrible? No lo sé, algo me dice que está sucediendo algo. Odio este instinto, siempre que quiero estar en paz aparece. Me dijo sobre posibles escenarios ficticios y analizo cómo reaccionar ante ellos. No puedo dormir tranquila nunca gracias a eso, es un don y una maldición. Revisé la pizzería más cercana, y en efecto, estaba ubicada en la ciudad. El trayecto de ida y vuelta es de por lo menos 2 horas, se ha tardado casi el triple.

Los truenos comenzaron a aparecer, desde la ventana se podía ver como los árboles y palmeras cerca a la playa comenzaban a temblar bruscamente, el viento quería tirarlos.

Puede que se trate de una tormenta eléctrica.

Los invitados de la boda no titubearon, aplaudieron los rayos y continuaron con su fiesta, festejaban hasta más no poder. ¿A qué hora se supone que terminará ese evento? Me parece aburrido que sigan bailando sabiendo que el clima es de la mierda y que será complicado regresar a casa, es una estupidez, hace poco comenzó una lluvia anormal, si continúa así, será difícil ver por la luna de los autos; no podrán conducir a sus casas.

A lo lejos, en el pasillo principal, un señor con indumentaria militar entró en la sala de forma desesperada con una laptop pegada al pecho por su brazo. Detrás de él, el personal de seguridad le insistió que se retirara, cosa que incumplió. Reconocí al militar, era Marco J. un antiguo colega mío, que decidió quedarse a servir en Blue Bay en lugar de aspirar a otro puesto. El personal de seguridad lo dejó pasar al notar que Marco era más alto e imponente que él, medía un metro noventa y tenía una gran musculatura, era un gran soldado.

Resaltó entre la multitud, la cual se quedó asombrada por unos segundos, luego volvieron con la fiesta.

Marco logró dar conmigo, una vez me encontró, él se acercó saltando los escalones de la escalera principal, cruzó un pasillo más y llegó a mi mesa.

—Lady Kira, es grato volver a verla—Marco se inclinó como saludo y muestra de respeto.

—El placer es mío—levanto mi copa para darle la palabra.

El personal de seguridad logró alcanzarlo y lo tomó del brazo para retirarlo del lugar.

—Perdone señora, entró sin reserva e identificación—el personal de seguridad mostró sus disculpas e intentaron detenerlo.

—Déjenlo, viene con noticias del estado. Él es militar, por si no les quedó claro, tiene derecho de irrumpir y más si es un tema de clase B para arriba—argumenté.

—Deberían considerar evacuar el lugar, esta tormenta acabará con este hotel y temo que todos morirán—Marco intentó intimidar al guardia con una mirada seria y palabras firmes.

El personal de seguridad lo soltó y se retiró de inmediato sin decir una sola palabra.

Marco tomó asiento y encendió la laptop.

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