Blue's Dream

Capítulo 1

BLUE

Solo fueron unos malditos 3 meses, los 3 meses más largos y desolados de mi vida. Quisiera haber anotado más cosas en mi diario, pero no hice algo demasiado interesante como para contarlo. Creía que todo era solo un sueño mío, un sueño frío y desgarrador, pero con el paso del tiempo comencé a tomarlo como una pesadilla interminable de sucesos espontáneos, dónde mi historia se basaba en reaccionar ante las circunstancias que se presentaban en esta nueva vida.

Antes solía escuchar música hasta quedarme dormida, me ayudaba a pensar, me perdía y era una forma de aliviarme. Ahora, las melodías se veían interrumpidas por estruendos que me hacían desear perder la audición. Era el ruido de esas criaturas que eran abrazadas por la oscuridad. Aquellos que alguna vez tuvieron alma; muertos vivientes, zombis, infectados, monstruos, demonios, tienen muchos nombres. Daba igual como los nombrara, solo anhelaba que se callaran de una vez, que encontraran una puerta directa al descanso. Quería poder dormir tranquila una vez más, sin tener miedo a que logren entrar al recinto donde me hospedaba. 

Había de temer a las noches, porque era el horario en dónde su comportamiento empeoraba, se tornaban más agresivos. Incluso en lugares oscuros como el alcantarillado, estacionamientos o espacios cerrados; si la luz del sol no les daba, entonces era momento de ponerse a orar por nuestras vidas.

Estaba impresionada conmigo misma, la suerte me favoreció y logré sobrevivir hasta ahora, cosa que parecía imposible semanas atrás. No había visto a ningún otro sobreviviente en casi más de un mes, y eso que me encontraba en una zona urbana. 

Los primeros días me aseguré de cerrar toda la urbanización en dónde vivía. Las casas abundaban por esta zona, organizadas como urbanizaciones. Cada urbanización tenía un promedio de aproximadamente 20 casas. Los últimos dos meses estuve saqueando esas casas por completo. Por desgracia, los recursos no me duraron mucho tiempo. Tenía la fortuna de haberme mantenido al margen, estuve esperando a que la ayuda viniera. En casos como estos, tenía la esperanza que mi país hubiera puesto en marcha un protocolo de respuesta para esta emergencia. Todos los días me subía al techo de mi refugio para ver el perímetro y con suerte esperar a que alguien venga a salvarme.

El día de hoy sobrepase mi límite de tolerancia, era momento de tomar un riesgo. Iré más allá de las rejas que rodeaban esta urbanización. Era una apuesta incierta , pero si lograba llegar a las tiendas frente a una carretera al sureste de aquí, sobreviviría unos dos días más. 

Para las expediciones, usaba mi mochila de la escuela, era ligera y me ayudaba demasiado a escapar de situaciones complicadas. Lo malo, que no podía cargar demasiado. Debido a esto, había tenido que ir y volver a entrar a demasiados lugares que no quería volver a visitar, todo esto me enseñó a moverme por zonas urbanas sin llamar la atención. Aunque, seguía creyendo que era cuestión de suerte. Algunos artículos que llevaba dentro, era una linterna, un encendedor, un par snacks, una botella de agua, algunos medicamentos de primera mano y una navaja. A primera mano, llevé un cuchillo para poder actuar de forma rápida en caso sea atacada por una de esas cosas. Continuaba siendo mala defendiéndome, por ende, tener un cuchillo en mano me permitía hacer el intento de reaccionar de inmediato a pesar de no ser una experimentada en defensa personal.

Una vez dejadas las trampas preparadas en mi refugio, me aventuré más allá del recinto. El lugar estaba a solo unas cuadras, me apresuré e hice que cada una de mis pisadas valieran la pena. Quedé impresionada porque no había ningún infectado por la zona, todo estaba despejado. Así mismo, al llegar a la autopista no logré encontrarme con nadie. A pesar de ello, me camuflé con los autos y camionetas que quedaron varadas los primeros días de la infección. Algunos vehículos estaban completamente saqueados, con las ventanas rotas, y otros, sin puerta alguna.