CRAIG
Nuestra profesora de educación física iba a liderar la vanguardia a puño limpio. Detrás de ella le seguían los mejores deportistas de último año, a ellos se les había otorgado la tarea de rematar a los infectados y cubrir a la maestra de un posible ataque. A primera vista era un gran plan, un ejército improvisado con agallas.
La puerta metálica que nos mantenía a salvo de los infectados se abrió, de inmediato la profesora esquivó los primeros ataques de dos infectados, apartó a uno y derribó a otro rompiéndole las piernas con un par de patadas. Al regresar con el otro infectado, ella le dio una ráfaga de golpes en el tórax, los golpes molían la carne del infectado.
A la profesora parecía no importarle la sangre que salpicaba en la indumentaria de todos los de alrededor. Lo único que salía de ella era una mirada maníaca, claramente disfrutaba del show.
A pesar del esfuerzo que hacía, notamos que los infectados aún seguían con vida. Ella al darse cuenta de esto, toma al muerto que la tenía enganchada, lo tira al suelo y le aplasta el cráneo de un pisotón.
—¡La única forma de acabarlos, es rompiéndoles el cerebro!—Exclama a la multitud. Luego, ella procede a acabar con los dos infectados de antes.
Es impresionante lo que esta mujer puede hacer contra dos lentos, quiero ver lo que hace con los corredores.
—¡A penas bajemos, mantengamos la formación y eviten hacer estupideces!—Aclara la profe.
Descendimos al pasillo del cuarto piso.
Las órdenes eran claras. No hacer ruido, no separarse de la formación, no hacer nada que la profesora no haya ordenado y no hacer estupideces.
El pasillo a primera vista se encontraba vacío, después que la profesora echara una mirada al primer salón, ella cerró la puerta inmediatamente y prosiguió. Por el rostro de tensión de nuestra maestra, puedo intuir que dentro habían infectados.
Con su mano, ella hizo una señal para avanzar.
De esta forma, logramos evitar un montón de bajas a primera instancia. Repetimos esto unas cuatro veces hasta llegar a la última aula, nuestra primera parada porque justo al lado seguía la escalera principal. Decidimos llegar hasta esta escalera porque era la más cercana al gran portón de nuestra escuela, la otra escalera daba para otra área de la escuela.
La profesora entró con tres alumnos y se tomaron su tiempo para acabar con solo tres infectados. Al terminar, sacamos los cuerpos al pasillo y el grupo entró a descansar.
—Descansen unos diez minutos aquí—Dijo la profesora en voz baja.—Intenten no hablar en tono alto o estaremos condenados.
Mari, Arya y yo tomamos asiento en el suelo, cerca del grupo de la profesora. La profesora siempre iba con un grupo compuesto por los alumnos top, el capitán de fútbol de último año y unos 3 deportistas destacados. Ese grupo iba a idear el siguiente plan.
—No entiendo porqué no me llamaron al grupo—Dice Arya en voz baja.
—Recuerda que no eres de último año—Responde Mari.
—Aún así, ambas tenemos grandes logros y estamos calificadas para liderar—Insiste Arya.
—Parece que sigues sin entender, solo los de último año pueden ocupar esos puestos—Le recuerda Mari.
—Yo te apoyo Arya, no es justo todo esto—Interrumpo, Mari me miró con una cara de asombro.
—Vez, él también tiene razón. Gracias por apoyarme Gorras.
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Blue's Dream
HororLa supervivencia exige sacrificios, pero ¿qué ocurre cuando sacrificamos nuestra humanidad? En un mundo post-apocalíptico lleno de peligros y desafíos, Blue, una joven desolada que ha perdido todo, se une a un vulgar y viejo policía llamado Elías en...