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Pong terminó la última clase de la mañana y como siempre, sediento y hambriento, se fue a la barraca para beber agua y comer su tuper de ensalada de pasta, el cual la cocinera de Villahermosa había cocinado con cariño pero como era costumbre, su compañero no había ido a por los botellines.

Lejos de molestarse, este cogió unos billetes en el bote de las propinas y con una sonrisa caminó hasta el kiosco-bar de la playa.

Tong que así se llamaba el lindo chico que trabajaba allí y del cual había averiguado su nombre unos días después de verlo por primera vez, también sonrió al verle.

...—Hola, ¿Vienes por agua verdad?—preguntó el barman.

Este asintió.

—Si, seis botellines por favor.

Tras cogerlos en la nevera, el barman se las entregó.

—Aquí tienes

El monitor pagó y agradeció el servicio, entonces volvió a caminar por la caliente arena hasta la barraca, donde al entrar soltó un desolador resoplido mientras golpeaba la puerta lleno de frustración.

—Maldita sea, eres un idiota, un completo idiota—se regañó.

Win que estaba dormido, levantó su cabeza sobresaltado.

—Joder, ¿podrías dejar de hacer tanto ruido?, además la puerta no tiene culpa de tu cobardía.

El monitor lo fulminó con la mirada.

—Quieres callarte, sigue durmiendo.

—Hey, conmigo no la pagues... yo no tengo la culpa de que lleves semanas yendo por agua para ver al lindo barman y no seas capaz de pedirle una cita—habló el rubio levantándose de la silla.

Pong asintió.

—Si, tienes razón, lo siento pero es que me cabrea que me sienta tan jodidamente incapaz de pensar claramente, cada vez que lo tengo delante.

El rubio le palmeó la espalda.

—Yo puedo ayudarte, le pediré una cita por ti.

Este negó rotundo.

—No, no gracias, no hace falta.

—Pero no puedes seguir así...además, ya he averiguado por ti, su nombre, su edad, que es gay y que aunque tiene novio, no están bien...puedo decirle que estás interesado en él y....

—No, no, déjame a mi esto—lo interrumpió el monitor—…te agradezco todo eso pero es cosa mía, solo que necesito más tiempo.

—Solo te digo que un chico como ese acabará por dejar al gilipollas con el que está y no estará solo por mucho tiempo, así que no tardes mucho—sentenció Win cogiendo su comida y poniéndose a comer.

Pong suspiró con resignación y también cogió su comida.

—Si, ya...ya lo sé.

Mientras en el Kiosko-bar, en un momento de respiro, Sammy, la otra camarera miraba a su compañero, quién reponía bebidas en las neveras para afrontar la demanda de los clientes de la tarde.

—¿Estás bien?

—Si, claro, ¿Por qué lo dices?

—Ah no es que has puesto la cerveza en el lado de los refrescos.

Tong miró al interior de la nevera y suspiró con pesar.

—Joder, mierda, maldita sea

La chica se acercó y lo abrazó.

11. JeffBarcode: Amigos - MileApo, Biblebuild, Pongtong Y JJUs- Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora