11. JeffBarcode: Amigos - MileApo, Biblebuild, Pongtong Y JJUs- Terminada

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Mile entró muy molesto en su oficina.

—Maldita sea, mierda...joder—gruñó tirando su cartera al suelo

Varios curiosos se asomaron al escuchar los sonoros ruidos.

—¿Qué le ocurre?—preguntó el recepcionista de la agencia—…¿está bien señor?

Este se giró y los miró por unos segundos.

—Déjenme, váyanse de aquí—les dijo caminando hasta la puerta y cerrándosela en las narices.

—Uff, menudo carácter, ¿Qué demonios le habrá pasado?—habló una de las modelos mirando a sus compañeros.

—A saber, es tan raro siempre—habló otra

JJ se acercó al grupo de compañeros esperando ver a Us pero este no estaba allí.

—¿Qué pasa?, ¿Por qué estáis en la puerta del fotógrafo?

Estos se encogieron de hombros.

—Parece que el divo está de mal humor, en fin, volvamos a lo nuestro chicos— dijo Kevin, sonriendole al modelo

Nuevos ruidos se escucharon en el interior de la oficina pero nadie se atrevió a acercarse de nuevo, hasta que una hora después, el fotógrafo salió cámara en mano hacia el estudio.

...—Venga, a trabajar, que no tenemos todo el maldito día—les gruñó.

JJ que ya había terminado su sesión de fotos con otro de los fotógrafos, volvió a intentar localizar al joven modelo por todo el lugar pero no lo encontró por ningún lado.

—¿Por qué no habrá venido?, hoy tenía sesión

Preocupado, se acercó al mostrador de recepción.

—Oye preciosa—le dijo la otra recepcionista.

—Hola, ¿En que puedo ayudarte?

—Oye, ¿Us, no tenía hoy trabajo?

Esta asintió.

—Si, así es pero llamó para decir que está enfermo y al parecer es grave porque su voz sonaba horrible.

El modelo sintió un escalofrío.

—¿Grave?

La chica volvió a asentir.

—Si.

Este se quedó pensativo por unos segundos y acto seguido volvió a dirigirse a la recepcionista.

—Oye, preciosa, ¿crees qué podrías darme su número?

Esta negó.

—No puedo hacerlo sin su consentimiento. Vuestros datos son confidenciales, lo sabes.

Este la miró haciendo un puchero.

—Si lo sé pero estoy preocupado por él, por favor.

—No, lo siento JJ, puedo perder mi empleo.

Este chasqueó la lengua con fastidio y entonces recordó que él sabía dónde vivía, por lo que echó a correr sin mirar atrás.

Tras coger su coche en el aparcamiento de la agencia, este condujo hasta la calle donde se encontraba el hotel.

Luego de unos minutos y un semáforo en rojo, el modelo aparcó frente al complejo y entró.

—Buenas, emm quería saber la habitación de Us, el modelo.

—Buenas, ¿Usted es?—le habló uno de los recepcionistas hoteleros.

—Y-Yo soy...emm, soy su novio, si eso, su novio