Varios chicos se conocen en unas circunstancias un tanto peculiares y todos terminan viviendo en la misma casa.
Cinco historias en una.
M-preg
Jeff-seme. Barcode-uke
Mile " Apo "
Bible. " Build "
Pon...
Todos se quedaron muy sorprendidos al ver a Us a la mesa pero también muy contentos pues parecía que el más joven estaba empezando a aceptar su situación.
Muy afligido, el taiwanés les pidió perdón por no haber ido al aeropuerto con la familia y también por estar encerrado y malhumorado.
En parte lo entendían pues era una situación difícil para cualquiera, el encontrarse sin recuerdos y sin poder caminar, aunque lo que más les dolía, era lo que JJ sufría.
Durante la cena, hablaron de las dos próximas bodas, de la luna de miel de Jeff y Barcode y de los planes del piloto de dejar la aerolínea y trabajar en la empresa de su difunto padre.
A todos les pareció bien, ya que aunque sabían que el trabajo de piloto y auxiliar eran así de arriesgados, con ese susto, entendían que les hiciera plantearse su futuro.
Tras terminar, todos se fueron a sus habitaciones a descansar, aunque Mile tenía otros planes, ya que pretendía tener una sesión de sexo con su sumiso, antes de caer en los brazos de Morfeo.
Sin embargo, el complaciente Apo no estaba tan receptivo esa noche pues creyó que era un buen momento para hablar del futuro y de la pareja.
Nada más entrar al dormitorio, el fotógrafo lo sujetó con fuerza y a continuación comenzó a quitarle la ropa mientras caminaban hacia la cama a tropicones, ya que el mayor estaba muy excitado.
...-Mile pa-para...de-detente un mo-momento-intentó hablar el moreno -...ne-necesito decirte a-algo
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Este negó rotundo.
-Ahora no es momento de hablar, quiero follar
El más joven resopló con molestia y entonces lo empujó, apartándole bruscamente, aunque no sirvió de mucho pues el fotógrafo lo tomó como parte del juego.
-Oh joder si, conejito... que te hagas el difícil sabes que me pone mucho.
Apo suspiró con resignación.
-Por favor escúchame un momento, después hacemos lo que tu quieras. Habló en serio
El mayor negó acercándose de nuevo.
-Eres mi sumiso, tenemos un contrato y debes cumplirlo... ya hemos hablado de ello y no hay nada más que decir-habló este agarrándolo de la ropa que le quedaba para besarle con imperioso deseo.
Apo muy apenado se quedó quieto y por primera vez, dejó que Mile le cubriese el cuerpo de besos, los cuales no deseaba en ese instante.
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