11. JeffBarcode: Amigos - MileApo, Biblebuild, Pongtong Y JJUs- Terminada

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Tras tanta boda y felicidad en Villahermosa, a JJ y Us les entró también el gusanillo de unir sus vidas de todas las formas posibles pues lo cierto era que ya no podían amarse más de lo que lo hacían y por ello, no veían sentido a esperar más.

Tras hablarlo una tarde de forma efímera, el modelo mayor fue a una joyería y luego de comprar unas alianzas, este esperó a la noche y durante la cena con la familia, se arrodilló y le pidió matrimonio a su hermoso novio.

....—Cariño, te amo y tú me amas a mi...—comenzó diciendo, mientras sacaba los anillos de su bolsillo—... ya hemos superado casi todo lo que hay en esta vida para superar y nuestro amor se ha fortalecido aún más...Amor, ¿Quieres casarte conmigo?

El joven taiwanés muy sorprendido a pesar de haberlo hablado, hizo un breve silencio y entonces miró a la familia, la cual los observaba con admiración y nerviosismo.

-Si...si, por supuesto que si me casaré contigo-asintió fervientemente-te amo, te amo.

Rápidamente, JJ se incorporó y tras sujetarlo de la cintura, lo besó con arrebatadora pasión, entre aplausos y victoreos de los demás.

—¡Bravo!, ¡Bravo!

—¡Vivan los novios!

Fue una noche increíble para la pareja y para la familia pues todo estaba cogiendo un rumbo de total dicha, tan solo faltaba una persona por encontrar la felicidad pero era cuestión de que este se abriera.

Apo, el único que no tenía pareja aunque tampoco hacia mucho por tenerla, a pesar de que se sentía muy solo y desgraciado y tenía pretendientes allí por donde iba.

El modelo procuraba tener su mente ocupada todo el tiempo con el trabajo, su sobrino y demás cosas pues si bajaba la guardia un solo instante, enseguida su mente comenzaba a recordar cada uno de los momentos que había pasado junto al fotógrafo.

Se maldecía por lo mucho que seguía amándolo, ya que el tonto de Mile no lo había valorarlo pero no podía cambiar lo sucedido, aunque si albergaba la ilusión de que recapacitara y volvieran a estar juntos algún día.

Había creído que el mayor al estar encerrado en la cárcel, pensaría en todo lo sucedido y lo acabaría llamando para pedirle perdón pero eso no había sucedido en el tiempo que ya había transcurrido y cada día que pasaba su esperanza se iba menguando.

La historia de Mile estaba siendo muy distinta a lo que hubiera querido pues tras un principio, permanecer una semana en el calabozo de la comisaría, después del altercado en el bar, prestando declaración, tras declaración, había sido llevado ante el juez para que decidiese su futuro.

Aunque la falta por lesiones que había cometido, agrediendo al hombre se consideraba un delito leve, había resultado que este era un personaje con mucho poder.

En un juicio rápido, los abogados de William McIntosh, que así se llamaba el hombre agredido, hicieron todo lo posible porque este recibiera el mayor castigo estipulado para esos casos, por lo que al fotógrafo le acabó cayendo una condena de un año de cárcel.

Por el momento, llevaba cumplidos dos meses de encierro en el penal del Estado, sintiéndose en el mismísimo infierno, ya que su compañero de celda era un asesino psicópata y violador, que engañaba a todos con su buen comportamiento.

Tras enterarse que Mile había tenido el altercado en un bar gay, le había empezado a acosar, hasta que una noche tras haberse acostado en la litera de abajo, el fotógrafo se despertó con un peso sobre su cuerpo y en el cuello, una navaja hecha con un trozo de metal afilado.

…—Hola princesa, ¿Me echabas de menos?—le susurró jadeante.

—S-Sueltame, ¿que m-mierda quieres?—balbuceó este asustado.