Johnson.
Septiembre, 2018.
Alemania - Berlín.Siento lo frío de la madrugada, no he podido dormir nada, mi mente ha estado pensando en lo que me propusieron hace unas horas atrás.
¿Por qué digo proponer? Es esto o muero.
Gracias papá.
Veo el color rojizo que tiene el sol el cual le da paso a un nuevo día. Volteo a ver la mujer que está en mis sábanas y sin poder evitarlo se me escapa una sonrisa al recordar cuando llegamos.
Cuando veníamos en la camioneta hizo hasta lo imposible para no dormirse, ella es algo tierna a veces cuando es considerada, educada o cuando es muy curiosa... La cara que pone cuando quiero saber o entender algo sin duda es imposible de ignorar.
Vivo en un pent-house, así que el ascensor sube dejándome en la sala. Entra primero que yo admirando el sitio y no es porque sea su primera vez aquí solo que Isabella se da el tiempo de admirar todo a detalle como si lo viera por primera vez. Llevo un año conociéndola y aprendiendo esos pequeños detalles.
-Sigue todo igual – dice con una voz ni tan dulce y tampoco tan gruesa, se voltea para verme - ¿te vas a quedar ahí parado lo que resta de noche?
Comienzo a reír sin controlarlo me sale natural con ella. – No, vamos a la habitación.
Caminamos en silencio. Isabella es callada no es la típica chica que te va a poner un tema para hablar por horas.
Entramos y comienza a quitarse todo dejándolo en la mesa de noche. Voltea a verme y vaya que es imposible no perderme en su cuerpo sin embargo la dejo ahí parada a un lado de mi cama, solo en ropa interior y me dirijo al clóset. Busco ropa cómoda para dormir y cuando la encuentro salgo encontrando a una Isabella muy tranquila en el balcón solo en ligueros y con los senos al aire como si no hubiera un frío que te congela.
Me dirijo hasta ella, entrando en su aura solitaria. – Ten. – Le digo tocando su hombro haciendo que voltee y me deje ver esas bellezas de senos que tiene.
Toda su piel está erizada haciendo que sus picos estén listos para meterlo a mi boca pero quiero creer que con ella soy un caballero y se que tiene sueño.
Trago la saliva que tenía echa agua y utilizo todo mi autocontrol. Levanto la mirada y veo como ella me ve extrañada y al mismo tiempo encantada al darse cuenta de como la observo.
Le gusta que la vean.
-Pensé que.. – Suelta con voz baja dudosa.
-Estas cansada, ¿y que mejor que dormir aquí conmigo? – Digo poniendo su cabello detrás de su oreja haciéndola reír mientras baja la cara apenada y vaya que amo ver su sonrisa ya que le da esa aura angelical que nadie ve. – Vístete que hace frío y ve a dormir, tienes hasta el mediodía antes de irte y tener que soportar a Camil.
Me encara levantando una ceja en el proceso y me mira incrédula – Deja de darme órdenes, que aquí- Dice señalándonos – tu no me mandas y menos si tengo las tetas al aire.
Agarra la ropa dirigiéndose a la habitación, suelto una sonrisa corta que desaparece cuando veo como sus caderas se mueven embelesándome. No la pierdo de vista en ningún momento, veo como se viste y entra a la cama, entro y apago la luz.
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Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]
Aksi¿Este el comienzo o el fin de una historia? ¿Mi historia?