Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]

capitulo 9

30 de Septiembre, 2018
Manhattan - New York.

¿Es el?

-Isabella - Me llama Ikor sacándome de mi asombro.

Me acerco lentamente y se me eriza la piel cuando su mirada me recorre, no soy la única que está embelesada el también lo está, estando Cerca lo detallo mejor y sinceramente que ¡Hombre!.

- Hola. - se acerca con una sonrisa y miro al hombre que ve atentamente como Ikor deja un beso en mi mejilla. - Hasta que apareces.

- Estaba ocupado con mi jefe de hecho. - lo vuelvo a ver pero el ya está de espaldas.

- Mm. - uno mis manos cuando una necesidad me toma.

-¿Dónde esta Camil? - me pregunta divertido y la ansiedad me toma. - Que raro que andes solita.

- Chistosito. - Camino hacia el barandal y mis ojos van a la rubia. - Dice que ya ustedes no tienen nada que ver.

Ikor automáticamente cambia, nunca lo había visto así, sus músculos se tensionan y hasta se le marca una vena en el cuello tanto que pareciera que fuera a explotar. No le quita la mirada al moreno que baila con ella, se aparta y sin decir nada se larga.

Lo sigo con la mirada y al mismo tiempo me recuesto del barandal y aunque por un momento se me pierde lo consigo caminando en línea recta hacia Camil. Camil se voltea quedando de espalda hacia el moreno y es algo que favorece a Ikor cuando lo agarra por el cuello de la camisa y sin delicadeza alguna se lo lleva, pierdo la concentración cuando mi nariz percibe el olor a ese perfume tan fuerte que me volvió loca esa noche en el aeropuerto de Alemania.

-Con que tu eres la famosa Isabella - Me hablan y siento como las rodillas me tiemblan por como pronunció mi nombre tan exquisitamente.

Me quedo quieta tensionándome por completo, nunca había escuchado una voz tan exquisita, tan ronca y menos con ese acento que no se de dónde es.

-¿Tu eres? - pregunto volteándome hacia el fingiendo desinterés.

-No importa - dice colocándose recto ya que estaba recostado del barandal y mierda es muy alto, ese día no se veía así - Lo que si importa es lo que va a pasar ¿O no?

Me sonríe con auténtica coquetería robándome el aliento. Este hombre es briaga pura por donde se le vea, su cabello castaño, ojos verdes muy verdes, una creciente barba, cejas gruesas, barbilla fuerte y labios rellenos aunque no son grandes. Alto y fornido con brazos grandes, su piel se ve muy clara pero tal vez sea la iluminación del lugar.

Trae una camisa color blanca que se le ajusta perfectamente dejando ver unos tatuajes que le salen de la manga en la mano derecha con un pantalón de vestir negro, lo miro de arriba abajo y todo es tan .... Maldita sea no tengo palabras para describirlo. También me percato de un símbolo en su cuello.

-¿Me responderás o me prefieres seguir desnudándome con la mirada? - Pregunta sacándome de mi embeleso.

Me volteo con una sonrisa en los labios, sinceramente mi vida se trata de pasar vergüenza. Veo que ni Camil ni Claudia están por ningún lado.

-Bueno, no pensé que me fueras a ignorar así - vuelve hablar con evidente ironía.

Por el rabillo del ojo veo como se mueve.

-No me has dicho quien eres - le recuerdo.

-¿No sabes quién soy? - Pregunta y volteo para verlo de nuevo y esta recostado del barandal de nuevo.

Sonríe mostrando una perfecta dentadura cuando nota que le estoy dando mi atención, ni siquiera se molesta en verme.

-Creo que es muy evidente - Respondo ante lo obvio.