capitulo 24

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Antonio Bernocchi.
Noviembre, 2018.
Italia.
Castillo Bernocchi.

- Sus latidos se han normalizado - Habla un doctor que mande a traer - No parece nada grave la verdad todo sus signos están muy bien, se encuentra sana.

- Retírese - Respondo secamente viendo a Isabella.

¿Que mierda está pasando?

- ¿Que dijo? - Pregunta Claudia detrás de mi.

- Que no es nada grave, sus signos están bien pero hay algo que no entiendo - Me volteo hacia ella - Y tu me lo vas a decir si o si.

- ¿Yo? ... Mm yo no sé nada - comienza a tartamudear y enarco una ceja.

- Se nota, quédate aquí mandaré alguien por ti y espero que te recuerdes de absolutamente todo - Me acerco y veo como su cuerpo reacciona ante el miedo, toco su frente señalándola - Porque si no te lo tendré que recordar a mi manera y no te va a gustar ¿O si?

Niega y sonrió.

- No eres tan estúpida - Me alejo - Me gusta, mantente así.

Me voy y me dirijo hacia la sala de juntas, la verdad si extrañaba este lugar.

Entro y ya el hombre que mande por la información está aquí y sorpresa, solo paso una hora.

- Cuéntame porque no deberías morir.

- Carlo solo vino por ayuda, busco al señor Amadeo Carrillo para que se pusiera de su lado, su primo ya no vive aquí solo viene muy pocas veces pero si mando a saber de una chica que vio hoy.

- ¿Que tanto sabe de la chica?

- Ojos oscuros, alta, cabellera oscura, facciones delicadas, piernas gruesas y buen trasero - explica y la sangre se me enciende - Fueron las características que dio ¿Desea hacer una búsqueda?

- No - La tengo en mi cuarto termino de decir dentro de mi - Ponte al tanto de lo que se está haciendo.

- Disculpe por las molestias causadas, mi señor
- Habla con rapidez y se endereza yéndose sin esperar respuesta alguna.

¿Ojos oscuros? Los ojos se oscurecieron cuando lo vio ¿A que se refería que era el? No entiendo una mierda.

- Señor lo buscan - Habla una de las sumisas y salgo viendo a una de las personas que más respeto le tengo.

- Hola hijo - saluda Amadeo acercándose a mi con una sonrisa - Disculpa que llegue sin avisar pero apenas me dijo Rufino que estabas aquí no pude quedarme en mi casa.

- En realidad lo iba a mandar a buscar - confieso apretando su mano pero me jala dándome un abrazo - ¿Como se encuentra?

- Además de los problemas con mi esposa todo bien - Se echa a reír y yo suelto risas - También vengo para informarte algunas cosas.

- Está usted en su casa - Digo complacido, una de las cosas que mas m agradan de este señor es que me ande adelante.  nos dirigimos al patio inmenso que tiene la parte trasera.- Yo también quería comentarle otras y si corremos con suerte son las mismas.

- Un whisky primero no cae mal - asiento. - o un vino.

Mando a que busquen uno mientras hablamos de todo un poco. El señor Amadeo fue el mejor amigo de mi abuelo y cuando el me llevaba a sus negocios el era el que mas estaba pendiente de mi cada que Antonio se olvidaba que existía. siempre me ponía a mentirle a su esposa de nuestra ubicación ya que la señora Miriam nunca le gusto que anduviera matando. Jamás le descubrí siéndole infiel y tal vez por eso lo respeto tanto.

Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora