capitulo 41

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Diciembre, 2018.
New York.
Mansion Bernocchi.

Me remuevo cuando el aire se me atasca y abro los ojos viendo Antonio dormir tranquilo, toco su cara y abre un solo ojo antes de abrir el otro.

Se voltea conmigo en sus brazos, respira hondo y vuelve a cerrarlos, me vuelvo a remover y sin querer lo lastimo haciendo que se tense.

- Sigo molesto por eso - Es lo primero que dice y salgo de sus brazos respirando aire por fin.

- Un día de estos me vas asfixiar - Digo y me vuelvo acostar.

- Ganas no me faltan - Lo golpeo y se voltea furioso, le doy una sonrisa y cambia su mirada a una de fastidio.

- Tu me debes explicaciones - Le digo y me vuelve abrazar.

- Aquí es donde tienes que estar - besa mi frente y el verde se torna más vivo - No puedo creer que me hayas disparado.

- Lo siento - Digo y niega.

- Un hombre sabio dijo que las armas y las mujeres como el agua y el aceite - Dice y sonrío - Que error tan grave el mío de hasta mejorar tu puntería.

- Lo siento - Vuelvo a decir.

- Me sorprendió - Sigue con lo mismo - Pero me lo me merecía tenía tiempo que no recibía una bala - Baja las manos por mis caderas - Y fue mi Bambola la que me hizo acordar que lo odio.

- Supéralo - Le digo y se acerca más, siento como me comienzo a mojar.

- Me compré un chaleco antibalas - me rio - Quiero seguir vivo para ver a mi otro hijo y el otro que vamos a tener después de este.

- No voy a tener otro - Le digo y me besa negando.

- En estos momentos no tienes ni voz ni voto - se levanta quedando encima de mi - Si quiero 5 niños tienes que dármelos.

- Eso ya lo veremos - Me besa y llevo mis manos a su cuello.

Con un brazo se sostiene y con el otro magrea mis tetas, jadeo ya que siento incomodidad. Me remuevo incomoda y el que me acaricie lentamente me tortura.

- Silencio - Me corta antes de si quiera hablar.

- Eres tan molesto - Le digo y sonríe en mi boca.

Sube una de mis piernas a su espalda y el tenga el vestido de ayer le facilita la entrada a su mano, rueda mi tanga y comienza a mover su pulgar en mi clítoris, jadeo y muevo mi caderas, con dos dedos lo jala y gimo en su boca.

Baja por mi cuello, y sube el vestido hasta mi cintura, besa mi vientre y sigue bajando. Reparte mordisco en mis piernas y siento como boto fluidos.

- ¿Inquieta? - Pregunta viéndome y asiento - Que triste que tenga que irme ahora.

Trata de irse y lo aprisionó con mis piernas me ve seriamente.

- Auch - Dice y le sonrío.

Separa mis piernas negando y pasa su lengua de mi centro hasta arriba, rodea mis piernas y siento su respiración antes de separarse de golpe.

No entiendo que pasa pero se pone el índice en el labio indicándome que haga silencio.

Sale de la cama y se va a su vestidor, me quedo quieta en la cama, no entiendo que pasa no quiero ni moverme, rato después sale vestido colocándose un reloj.

- Tengo irme - Suelta y siento como la rabia crece - Te lo dije y también sigo molesto.

Le tiro las almohadas y el sale del cuarto, salgo de la cama y bajo viéndolo arreglar su traje en la entrada.

Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora