capitulo 48

45 4 0
                                    

Antonio Bernocchi.
Enero, 2019.
New York.
Mansion Bernocchi

Me muevo rápido con un arma en mis manos, buscando la forma de salir.

La bomba que explotaron tiene un humo tan dañino que te causa cáncer pulmonar y yo lo que menos necesito es morirme de una forma tan estúpida.

Salgo encontrando Avonf que viene llegando al lugar agitado.

- ¿Que mierda pasó? - Me pregunta y lo miro mal.

- ¿Tu que mierda crees? - Le pregunto con sarcasmo - ¡Me explotaron la puta bomba que ustedes tenían que cuidar! - Exploto haciéndolo retroceder - ¡Sin nombrar que entraron a una propiedad que se supone que tiene más seguridad que la puta casa blanca!

- ¿Mi mamá? - Pregunta Massimo llegando a la escena viendo la casa.

Lo veo y paseo mi vista sin encontrarla, se supone que ya debería estar aquí.

Longo sale con las manos vacías y a mi el corazón me deja de latir. Anker me pasa una máscara que no me pongo cuando vuelvo a entrar.

Voy hacia mi oficina trotando, trato de abrir la puerta pero esta no sede, me alejo y me pongo de lado, corro y vuelvo a la puerta golpeándola con mi hombro, está por fin abre, mis ojos van a la mujer que tiene las piernas dobladas hacia su abdomen, como si lo protegiera, la madera del escritorio la tiene aprisionada con la pared.

Voy hacia ella y la sangre que corre por su pecho me paraliza todo, empujo con mi pie el escritorio tirándolo lejos, me acerco hacia ella poniéndole la máscara, rompo mi camisa y la quito de mi cuerpo poniéndola en la herida en la cabeza para parar la sangre.

La cargo y salgo por la ventana caminando hacia los carros, veo como varios de mis hombre comienzan a meter papeles y dinero en los carros.

Abro la puerta de mi Bugatti metiéndola, cierro la puerta y veo a Massimo con una clara señal. Me monto y apenas se sube arranco.

- ¿Va a estar bien? - Me pregunta Massimo y yo acelero apretando el volante.

Mi mente lo único que proyecta es sangre y fuego, matar y matar hasta calmarme pero estoy utilizando todo mi puto autocontrol para llevarla a una clínica para que la atienda lo antes posible.

Sin darme cuenta estoy al frente de una, bajo con ella en mis brazos. Llegan varias enfermeras con una camilla y la dejo en ella.

Se la llevan a emergencia y me quedo ahí parado viendo por donde se fue. Massimo toma mi mano y yo aíslo los pensamientos de desgracia y culpa que quieren tomarme.

Después de aproximadamente una hora donde solo he caminado de aquí allá tratando de controlarme sin obtener resultado sale un doctor con un historial en sus manos.

- Buenas noches señor Bernocchi soy el...

- Déjese de idioteces y dígame cómo está mi esposa - Lo corto y le tiemblas las manos ligeramente ante el tono que salió de mi.

Respiro hondo y sigo igual, se arregla los lentes abriendo el historial.

- La señora ha tenido mucha pérdida de sangre, puede tener una contusión cerebral ante el golpe causado por lo que he visto, tengo que hacer una resonancia para ver qué tan grave es - Habla y siento más fuego correr por mis venas.

Es como si me estuvieran quemando.

- Haga lo que tenga que hacer - Digo con muy poca paciencia.

- Vimos que está embarazada - Habla con voz temblorosa - Puede que lo pierda..

Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora