capitulo 1

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Septiembre, 2018.
Alemania - Berlín.

Estoy cansada, esto de viajar todo el día, los 7 día de la semana por meses no es nada lindo, sin embargo yo me metí en esto y para que negar que tiene su lado bueno, la ganancia no es para nada mala.

Soy una azafata, me la paso viajando por el mundo, aunque no he visitado mucho ya que soy nueva. Comencé a viajar desde el año pasado, soy de Venezuela y tengo solo 20 añitos, todavía me siento tan bebé.

Mi primer viaje fue a Italia y cabe destacar que lo amé ya que la comida de ahí es mi perdición, específicamente la pizza. No fue tan difícil como pensé, mantuve la calma y la de los pasajeros llevando un buen vuelo. Estando allá conocí una azafata de ahí con la cual me hospedé en su apartamento estuvimos charlando y rápidamente me ayudó a conseguir otra aerolínea que pagara mejor, donde ella trabaja y viaja a más países.

Deje la línea Venezolana y comencé a trabajar con la inglesa.

Explicó más a profundidad. Entre vuelo y vuelo tienes un descanso, el más corto dura dos horas, ese día había tormenta y lo dejaron para el otro día. El avión de Camil, mi amiga, estaba parado ahí por la misma condiciones.

Nos conocimos ese mismo día porque casualmente me atropelló, derramó café en mi y de ahí surgió una linda amistad. Me ayudó en todo mi traslado y a comenzar mi nueva vida.

Me mudé a Londres y obviamente a vivir con ella. Antes vivíamos en un apartamento algo pequeño aunque en buena zona pero cuando comencé a obtener ganancias compramos uno muchísimo más grande, lujoso y espacioso, nuestra convivencia a sido muy buena, no hemos tenido problemas, bueno los normales pero de resto me alegra encontrarla y que haya derramado su café en mi.

Que se note el sarcasmo en lo último .

Debo confesar que mi yo de 16 tenía un plan muy diferente a este, pero así es la vida, incierta.

Cuando salí de Venezuela fue raro, toda mi familia pego un grito en el cielo, mis abuelos con lo que viví siempre no estuvieron para nada de acuerdo ya que para ellos ser azafata no era una profesión más que para personas sin futuro pero quien los culpa quería que fuera una Doctora muy respetada igual que Albert, mi abuelo, pero esa no era mi vida.

Mi mamá por otro lado, siempre quiso que yo fuera feliz y ganarse mi cariño así que solo me apoyo, no dijo si estaba de acuerdo o no. Mis hermanos lloraron y son la cosa que más extraño en el mundo, hablo con ellos todos los días. Mi mejor amiga fue otra que por un lado estuvo feliz pero por otro quería matarme porque la dejaba sola, hablo con ella siempre ya que si no me habla un día me devuelvo a Venezuela solo para reclamarle.

Novios? Nada, solo un chico del cual no me pude enamorar y la verdad espero este bien. No funcionó y espero que haya encontrado la indicada para el.

Mi papá? A ese nunca le importe la última vez que lo vi estábamos en un tribunal pero eso ya es otra historia.

El salir de Venezuela hizo dejar todo eso atrás y lo único que traje conmigo eran mis traumas ya que por lo visto se negaron a soltarme y yo después de un tiempo los acepté, me gustaron y tampoco hice nada para dejarlos.

Fui a varios psicólogos, más de lo que puedo contar y todos hablaban de lo mismo, mi medicación va y viene pero me siento de maravilla.

A veces.

Que tengo? Trastorno bipolar. Al principio fue horrible pero con el tiempo me acostumbre y de cierta forma aprendí a vivir con ello.

Hace tiempo estaba hundida pisé fondo pero me recompuso mi soledad. Yo sola volví estar en paz y mejore, me acepte y seguí adelanté, no podía seguir ahí y me obligué a dejarlo todo atrás.

Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora