29 de Diciembre, 2018.
New York.
Mansión Bernocchi.29 de diciembre. El día en que el me convertiré dama de los clanes más sanguinarios, peligrosos, despiadados que está en el mundo.
No se como mi vida llegó a esto, de una decisión a otra me dejo aquí ¿Estará mal?
Pinto mis labios de rojo, tocan la puerta y arrugo las cejas.
- ¿Si? - Pregunto saliendo a la habitación.
- Isabella - entra el abuelo de Antonio con una carta en sus manos.
Por el material del papel me hace pensar que es muy muy antiguo.
- Smirnov - Cierra la puerta tras el.
- Quería venir a ver si estabas lista - Me dice y asiento sin perder de vista sus ojos azules - ¿Sabes a quién vas a matar? - Niego - Antonio dijo algo sobre tu ex amante - Me tenso sin evitarlo - Espero no hagas una estupidez.
- No lo haré - Respondo con firmeza aunque no lo sé.
Me da la carta y mis dedos acaricia el sello que es el mismo que tiene Antonio en tres de sus anillos.
- Tu canto es como el de las sirenas - Arrugo mis cejas ¿De que me habla ahora? - El apellido de mi familia viene de los antiguos vikingos, piratas ¿Conoces la historia?
- No - Se dirige a la cama y me palmea su lado.
- Los más feroces piratas eran vikingos, sangre que ya no corre por mis venas obviamente eso fue hace muchos siglos, pero de ahí proviene nuestro linaje. Siempre hemos considerado que las mujeres son una debilidad para todo el mundo, nos condenamos gracias a una - Sonrío - El mito de las sirenas habla de unas criaturas que poseen el don de la música y pueden cantar de manera tan hermosa que quiebran la voluntad de los hombres. Sin embargo, su canto los lleva a la muerte. Es solo un mito que el más feroz vikingo creyó cuando lo vencieron - Me ve - Tu canto es muy fino Isabella tanto que envuelve de una forma que con mis 67 años no había visto.
- No soy una sirena - Digo y se ríe.
- Pero cantas como una, aunque yo no las conocí claramente - sonrío de nuevo- Cántala - me señala la carta - No la he escuchado en años, apuesto que tú lo harás bien.
- ¿Quien fue la última persona que lo canto?
- Mi madre - Abre la carta y comienzo a leerla - Tienes algunos minutos para que puedas practicarla - Asiento pasmada por la letra - En tus ojos se ve tu corazón y lo que en el hay, Antonio debe sentirlo, más no saberlo - Se queda en silencio y yo no sé qué decir.
- ¿Como es la melodía? - Levanto la vista y sus ojos se conectan con los míos.
- Tienes un color en los ojos muy puro - Ignora mi pregunta - Mis ojos azules tienen algo de marrón muy mínimo pero lo tienen, los de Antonio apenas y se nota el azul de Anabelle pero igual lo tiene ¿Por quien lo heredaste?
- Mi padre - Asiente.
- ¿Los tiene así como tu? - Niego.
- Tienen motas celestes - Explico.
- A eso me refiero y tú solo tienes el gris, no hay otro color, no hay algo con que se mezcle, es solo gris. Único - se levanta - Anoche vi algo de lo que tienes pero algo me dice que tienes mucho más.
ESTÁS LEYENDO
Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]
Action¿Este el comienzo o el fin de una historia? ¿Mi historia?