capitulo 34

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Diciembre, 2018.
Italia.
Castillo Bernocchi.

Me despierto y enserio soy su muñeca, me tiene abrazada y de lado, el sol no ha salido y a mi el hambre me ha tomado completamente, me muevo un poco y lo que consigo es que me apriete más, tiene un brazo por debajo de mi cuello y el otro por encima de mi pecho, sus antebrazos están unidos y como si no le basta tiene una pierna enredada con la mía.

Me vuelvo a mover y no me suelta, respiro hondo y vuelvo a mover.

- Joder quédate quieta que quiero dormir - Dice en mi oído y su voz es más gruesa en la mañana como si fuera posible.

Pasa mejor la pierna y resoplo, este hombre es increíble.

- No puedo respirar - Le digo y no me suelta.

- No me importa - Gruñe.

- Antonio - Se aleja de mi y cuando volteo está de espalda con los brazos metidos en la almohada, toco su brazo y voltea su cara hacia mi, está furioso.

- Aléjate de mi - Me dice y se vuelve acomodar.

Respiro hondo y salgo de la cama, es un niño caprichoso y habla de mi, tiene la desfachatez de hablar de mi. Me visto con un mono y un top rosa del mismo color y salgo del cuarto amarrándome el cabello.

Joder debí ponerme algo en los pies, el piso está frío, bajo y me dirijo hacia la cocina, veo la hora y son las cuatro de la mañana, abro la nevera y preparo tres sándwiches rápidos, me sirvo leche y me siento en el mesón comiendo tranquila.

Dios tenía demasiada hambre.

- ¿Para eso me despertaste? - pregunta y doy un mini salto en el asiento.

- ¿Eres idiota? No me asustes así - Le digo y camina hacia la nevera - Yo no te desperté podías quedarte durmiendo.

- Haz silencio - Saca leche y va hacia un estante sacando cereal.

Decido ignorarlo y sigo comiendo, estoy feliz con mi comida y el no va a quitar mi paz, muerdo el segundo pan y me quedo viendo su espalda, se voltea y no le quito la mirada mientras como, su cuerpo me provoca mucho.

- Te voy a quitar los ojos para que dejes de verme - Volteo los ojos y toma asiento delante de mi comiendo molesto.

- ¿Que te pasa? Soy yo la que debería estar molesta - Bufa metiéndose otra cucharada a la boca - Me duelen demasiado las nalgas Antonio.

- Eso te pasa por cachetearme - Dice con una sonrisa.

- Idiota - Le digo y se encoje de hombros.

Comemos en silencio y el termina primero que yo, se queda viendo hacia la ventana pensando y se ve tan... tan, apetecible, si fuera pintora o fotógrafa cantaría este momento.

Se ve tan tranquilo mientras piensa, no está molesto, no está feliz, no está estresado solo tranquilo y eso es un milagro. Desde que lo conozco siempre está con algo en la cabeza que lo tiene molesto o estresado.

- 3 de febrero - Dice y no entiendo - ¿O prefieres que sea en enero?

- ¿Qué? - Pregunto y camina hacia a mi.

- ¿Cuantos sándwiches te hiciste? - Muerde el último y lo veo mal - La boda. Dame que está rico - pide y le alejo el pan mordiéndolo.

- Mío - Le digo y voltea los ojos - ¿En enero no es muy pronto?

- No se te va a ver pansa - dice y es cierto - ¿No me vas a dar? Eso es mucho para ti, dame.

- En enero - Le digo dándole pan y sonríe mordiéndolo - ¿Donde lo haremos?

Unstable. [Libro 1 > Saga Bernocchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora