Dos segundos. Pablizza

3.- La Salida.

Narra Pablo

-Hola Pablito.- me saludo Sonia bajando las escaleras.

-Hola, Sonia.- la salude.

-Mira, hoy iremos al cine a ver una peli, que te ¿parece?

-Si, esta bien la que sea.

-Bien, llamaré a los chicos. ¡Marizza! ¡Mía! ¡Manuel!

-¿No queres que vaya por ellos?

-No, ahora vienen.

-¿Que pasa Sonia?

-¿Que pasa Marizza? ¿Que haces con pijama a estas horas? Pensé que Pablo sería el que este en pijamas a estas horas.

Marizza se río y me miro con la ropa del día anterior.

-Bueno ma, ya me cambio.- se dio la vuelta para subir-

-Hola Mar... Marizza- corregui -¿Como amaneciste?

-Bien, cansada pero bien- sonrió

- Bueno, me vestiré rápido.

[...]

-Apurate mi amor, que nos dejan.- le dijo Mia a Manu.

-Voy.- le respondió.

Manuel bajo con unas rosas ya que era su aniversario.

-Ay Manu, yo no te compre nada, lo olvide.- lo abrazo.

-No importa, estar con la mejor chica del mundo es suficiente.

Mire a Mari, quien tenia cara de disgusto. Mordí mi labio para aguantar la risa.

-Paren, paren, me empalagan.- se puso entre los dos que se estaban besando.

-Para, Marizza, cuando estés con Pablo lo entenderás.- sonrió.

-Deja de decir huevadas, Miita, yo con Pablo no.

-Bueno chicos, basta de amor, vámonos.- dijo Sonia llegando con Franco.

Mia y Manuel se sentaron atrás en el carro solos y nos dejaron a Mar y a mi solos. Ninguno de los dos queriamos escuchar a esos dos besarse.

-Sonia, apurate, tengo sueño.-

-¿Para que vas al cine si te vas a dormir?- le pregunte.

-Los asientos son cómodos.- sonrió tiernamente. Me contagió la sonrisa.

Minutos después llegamos.

-Bajense, chicos.

Llegamos a la Sala VIP y así estabamos acomodados: 

Sonia y Franco juntos, Mía y Manuel juntos y como era de esperarse, Marizza y yo juntos.

 
Marizza bajo el bracero para dormir ya que estaba acostumbrada a hacer eso cuando iban al cine sin mi.

-Bueno Pablo, me despertas cuando llegue mi sushi, gracias.- me pidió.

-Ok, dale.

Unos minutos después quedó totalmente dormida en mis piernas. El en lugar de ver la peli la veía dormir, mientras la veía sonreía.

Narra Marizza

Sentí caricias en mi cabeza y alguien me decía:

-Marizza, ya llego tu comida.

Me desperté y vi las piernas de Pablo, donde dormia agusto.

-Gracias.- dije con la voz entrecortada, pues seguía medio dormida.