68.- Dos años de luz.

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Pasaron 5 meses. Hoy es el cumpleaños de Benja. Por fin cumplirá 2 años.

A las 9 de la mañana nos despertamos Marizza y yo juntos para despertarlo. Marizza hizo un gelatina de naranja y le compramos un peluche. Entramos a su cuarto y él estaba jugando con un sonajero en su cuna.

–Feliz cumpleaños a ti...– le cantamos la clásica canción de cumpleaños y el nos vio sonriendo.

–Feliz cumpleaños, mi niño.– Marizza besó su cabeza.

–Ya estas muy grande, hijo.– lo cargué y lo eleve en el aire.

–Mira. Te hice tu primera gelatina.– Benja aplaudió y ambos sonreímos.– Te íbamos a hacer un pastelito pero no has probado la gelatina.– Benja no le hizo caso y metió la mano a la gelatina para comer un trozo. Marizza y yo reímos.

–También te compramos este peluche pero te lo daré hasta que te acabes la gelatina. Ni lo vayas a ensuciar.– Benja sonrió.

Estuvimos jugando con él por mucho tiempo hasta que Isabella empezó a llorar.

–Ahora vuelvo.– Marizza nos besó la mejilla a ambos y se fue.

Narra Marizza.

Isabella estaba llorando y fui con ella. Su pañal estaba sucio y la puse en el cambiador. Le cambié el pañal en 4 minutos y la vestí con un vestidito rosa con blanco en las orillas. La peine con dos mini coletitas y le puse perfume para bebé. La amamanté un poco cuando vi que estaba haciendo un puchero y cuando terminó, volvimos con los chicos.

–Isa, mi cumpleaños.– Benja balbuceo y Pablo y yo reímos. Pablo acercó a Benja a Isa y besó su mejilla.

–Bueno, amor. Mi vieja dijo que le llamemos cuando estén los dos niños despiertos para que venga y nos ayude con la fiesta.

–Dale, deja me peino y le llamas.

–Yo como sea, no me importa.

Pablo besó mi cabeza y se fue al baño para arreglarse el pelo. Por Skype le llamé a mi mamá y ella contestó a los dos minutos. Franco estaba con ella y también estaba Hilda.

–¡Hola!– Benja gritó al verlos y sacudió las manos.

–Hola, pequeño. Pero ya no sos pequeño, ya sos grande.– le dijo Franco.

–Hola, antes que nada a ustedes tambien.– dije y reímos– Si, mi niño ya esta muy grande. Ya probo hoy la gelatina porque casi siempre come galletas o pan.

–Si, que bueno.– dijo Hilda– La gelatina tiene un buen contenido de proteína y fibra, además protege sus huesitos y articulaciones para que esté sanito el chiquillo.– reí.

–Si, Hilda. Oigan, ¿donde esta David?

–Está durmiendo.– dijo Franco– Mañana entra al jardín por primera vez y lo dejamos dormir tarde ayer. Pero si estará para la tarde.

–¿Y Pablo no está, hija?

–No, ma. Se fue a peinar porque estuvimos desde las 9 con los niños hasta ahora que son las 10 y media.

–No te había visto bien. ¿Y porqué vos no te arreglas un poco, ciela?

–Es con ustedes, es de confianza.

–Ya volví.– Pablo se sentó a mi lado y tomó a Benja para tener solo a Isa en mis brazos.

–Mira, él si se peina y es el hombre.

–Déjame en paz, Sonia.

–Mi esposa se ve hermosa peinanda o no.– dijo Pablo besando mi cabeza.

Dos segundos. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora