60.- Dr. Eduardo.

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Cuando Maritza despertó iba a ir al baño. Se cayó pero no se desmayo. Miro el piso y le dolian las rodillas. El golpe en el suelo fue tan duro que Pablo despertó.

Narra Pablo

-Mari, ¿estas bien? -pregunté asomándose a la puerta. Oí un golpe.

-Si, solo fue un golpe. -me paré de la cama y salí. Marizza estaba sentada en el suelo.

-No sólo un golpe, literalmente estas en el suelo.

-No, pero si estoy bien.

-Veni. -la cargué y la dejé en la cama- Quedate acá. Iré a traerte el desayuno.

-Pablo, estoy bien. Si puedo.

-No te pregunte. Te quedas acá. Llamaré a un doctor. -salí.

Fui a prepararle un pan frances para que coma la proteína del huevo pero que no le de nauseas el olor. Cuando iba subiendo com una malteada de frutos rojos y el pan, no la vi en el cuarto. Vi la recamara de Isa abierta y pasé. Ella estaba camniandola de ropa.

-Amor, -fui rápido con ella- te dije que te quedaras ahí.

-No escucharias a Isa llorar.

-Vendrá un doctor que conoce a Catherine para atenderte. Y te traje esto. Eso me preparaba mi vieja cuando estaba enfermo.

-¿Y Mora?

-Se quedaron con Sonia ayer.

-Okey.

-Vení.- la llevé al cuarto y llevó a Isabella. Benja todavía no se despertaba. Se veía desde la ámara.

Prendí el televisor mientras acurrucaba a Isa para dormirla de nuevo. Sonó mi teléfono y Marizza respondió.

-¿Hola?... Okey, ya va. -colgo- Pablo llego el doctor.

-Voy. -dije. Deje a la bebé 6 baje las escaleras para abrir la entrada.

-Hola, soy el doctor Eduardo.

-Hola. -Marizza bajaba las escaleras, aun en pijama. Nos sentamos en la sala.

-Bien, ¿me podrías decir que tenes?

-Mareos, náuseas, es como que mi cabeza da vueltas pero mis pies siguen quietos. Hace rato me caí.

-Okey. ¿Han tenido relaciones o haz estado cerca de alguien enfermo?- negó con la cabeza- Decime, ¿que haz comido?

-Bueno, hace algunosmese tuve a mi segunda hija y le estuve dando pecho pero de pronto me dejo de dar hambre y no me obligué a comer.- dijo evitando mi mirada. Sabía que tendriamos unanplatica mas tarde...- Ah, e igual he estado un poco estresada, ¿puede ser?

El doctor asintio y suspiró- Te medire la presión. -saco algo de su maletín y lo enrollo en su brazo. Hizo una mueca- Bueno, lo tenes a 40.

-Es muy bajo, ¿cierto? -pregunté.

-Si. Marizza, eso es muy peligroso. Recorda que la comida que comes te aporta azúcares y proteínas necesarias para tu día a día. Si no lo comer, te pasa lo que te está pasando ahora. Pero mira, te mandaré estos medicamentos. -apuntó en una hoja y se lo dio- Es todo. Bueno, si necesitan algo me llaman. La norfenefrina te la debes tomar con suero.

-De acuerdo. -me paré para que el doctor Eduardo salga y fui por mi billetera.

-¿A donde vas?

-A la farmacia. Hablamos después.- besé su cabeza y me fui.

Narra Marizza.

-Mamá! -Benja comenzó a llorar desde la cámara.

Me paré pero enseguida me maree. Me sostuve rápidamente d eun mueble tratando de que mi cabeza deje de dar vueltas y me apoyé contra mi brazo. Me recuperé y fui con él.

-Hola, amor. -lo cargo.

-Isa.

-Ok, vida, vamos con tu hermanita. -fuimos al cuarto donde ella dormía.

-¿Y papá?

-Papá salió pero ya volverá.

-Okey.

-Quédate acá, iré por tu desayuno. Si Isa llora, me gritas, ¿si?

-Si mami.

Después de 10 minutos volví con su comida.

-Gracias, mami.

-Mar, ya volví, amor. -dijo pablo en la entrada y escuché sus pisadas subiendo con uja bolsa.

-¿Que trajiste? Me drogaras así, con tanta medicina.

-Es suero. Estas son las dos pastillas cada 8 horas y las gotas.

-Bueno, pondré el horario.

-¿Esta bueno el desayuno, Benji? -asintio- Ah, igual compre una máquina para ver tu presión.

-Gracias, mi amor.- me iba a parar par besarlo pero el se agacho y me beso- Me preocupa que sea anemia de nuevo. Digo, estoy comiendo re bien pero luego no sabes si si estas comiendo bien.

-No lo será, estarás bien. -me abrazo. Benjamín dejó su comida y fue a abrazarnos. Pablo 6 yo nos miramos 6 sonreímos.

-Ay, mi bebé. -dije, Pablo lo cargo y le hizo avioncito mientras reía.

-¿Como dos personas como nosotros críamos a este niño?

-No lo se... amor de verdad.

-Traere las medicinas para hacer los horarios. -llevo la bolsa a la cama- Saca el plumón del cajón.

-Okey. -lo saque y se lo di.

-Yo te avisare a cada hora, me acordare.

-Gracias, te amo.

『••✎••』

Holaaa!!! Adivinen que... Me volvi a marear y casi caer y hoy tuve la presión a 58, si, es MUY bajo, debo tenerlo a 85. Creo que en otros capítulos si les había dicho que estaba enferma. Pues, esas experiencias ayudan a mis historias xD. Deseenme suerte. Bueno nada, coman bien y tomen agua, chaoooo.

Dos segundos. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora