25.- Pequeño Ensayo.

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Narra Pablo

-Amor, despertate. Se nos va el tiempo- la desperté.

-Que hora es? - vio su reloj- ES SÚPER TARDE!

-Nos bañados juntos. Ahorramos tiempo.

-Si si, ya apúrate.

Nos fuimos al baño y literalmente solo nos bañamos rápido para salir temprano de casa. Terminamos y nos vestimos para después bajar.

-¿Qué tenía David?- pregunté mientras Maritza guardaba cosas en su mochila.

-Solo gripa. Lo bueno que no era nada malo. Solo hay que cuidar que no se le suba la temperatura.

-Si, mami- respondió Maritza. Nos despedimos y fuimos a la casa.

[...]

-Ahí está Conchu- apuntó a una chica rubia-, seguro nos está esperando- Bajamos y nos saludó.

-Maritza, Pablo, hola- sonrió.

-Se nota tu pancita- apuntó Maritza a un bulto de su panza.

-Esperemos Maritza este así en unos meses- bromee. y recibí un golpe en el hombro.

-Cállate, tarado- reímos.

-Bueno, ¿vamos?- preguntó Consuelo.

-Claro- respondimos los dos.

Entramos y todo nos gusto. Franco nos ayudaría y con nuestro dinero de cuando tocamos en el boliche, la compraríamos. En dos semanas ya viviría con el amor de mi vida.

-¿Que hacemos ahora?- le pregunté mientras me sacaba los zapatos y los aventé lejos para sentarme a su lado.

-Debo hablar con vos, Pablo- se veía preocupada.

-¿Que pasa?- pregunté con miedo.

-Tu papá me contactó.

-¿¡QUE!?

-Tranquilízate. Por obvias razones no le conteste, pero igual no se como consiguió mi número.

-Perdóname.

-No pasa nada, solo no le hagamos caso a ese tarado. Perdón, tu viejo.

-No importa, pienso lo mismo- me abrazó.

-Esto lo solucionaremos juntos como todo, mi amor.

-Gracias.

-Vamos a el ensayo de la banda, hace un mucho no ensayamos.

-Si, voy por los chicos-

-Te acompaño- subimos al cuarto de Manuel que nunca tiene segur.

-¡LA PUTA MADRE!- cerré antes de que Maritza entre y me empecé a reír.

-Pablo, ¿qué pasa?- trate de hablar pero no podía de la risa. Maritza comenzó a reír también porque se lo contagié.

-Ellos-- ellos estaban- seguí riendo.

-¿Estaban que?

-Cogiendo- reímos más alto.

-Amor, ya vámonos, que vergüenza- me dijo y bajamos juntos riendo.

Narra Maritza

-Oye, hermanita, perdón- le dije a Mia sentándome a su lado en su cama.

-Ya, no importa, igual los hemos escuchado así- no se veía feliz.

-Bueno, entonces estamos a mano- sonreí y me fusiló con la mirada.

-Chicas, ahora si vamos a ensayar- dijo Pablo y nos paramos.

-Solo no empiecen a coger- le guiñe el ojo y me miró molesta todavía.

-Amor...- Pablo me llamo la atención.

-Perdón, los esperamos afuera- salimos Pablo y yo.

-Me encanta como sos- me beso.

-¿Aunque sea así de molesta?

-No, no sos molesta- nos besamos.

-¿Seguro?- pregunté cuando nos separamos.

-Yo no miento- nos volvimos a besar.

-Basta, nosotros seremos a los que verán coger- reímos.

-Vamos- dijo Manuel y fuimos al viejo depa de Pablo que justo recuperamos. Este se volvería el departamento de ensayos.

-¿Con cual empezamos?- pregunté.

-Vale la pena- dijo Pablo.

-Dale- respondió Mia y prendí la bocina.

Pablo: Vale la pena saltar al vacío de la tierra
Perder la eternidad y las estrellas
Morir, llorar, reír, sentir
Vale la pena
Vale la pena


Maritza: Vale la pena dejar de ser un pájaro con alas
Formar un nido, decir mañana


Manuel: Llenarse de emociones y de sueños
Vale la pena Vale la pena


Pablo: Corazón con cascaritas
Corazón descascarado


Manuel: Corazón, corazón enamorado


Todos: Corazón tan desarmado


Mia y Maritza: Corazón con lucecitas
Corazón hecho deseo
Corazón vale la pena


Todos: Ser amor entre tu cuerpo
Vale la pena vivir


Manuel: Vale la pena, si hasta Dios una vez quiso probarlo
Y murió por amor tan desangrado
Dos mil años y una cruz
Vale la pena
Vale la pena


Mia: Vale la pena entender el misterio de la vida
El dolor será luz de bienvenida


Manuel: Libertad de elegir con cuál herida

Todos: Vale la pena vivir

Pablo: Corazón con cascarita
Corazón descascarado

Manuel: Corazón, corazón enamorado

Todos: Corazón tan desarmado

Mia y Maritza: Corazón con lucecitas
Corazón hecho deseo
Corazón vale la pena

Todos: Ser amor entre tu cuerpo
Vale la pena vivir


-Dios, esta canción me encanta- dije

-Igual a mi, chicos- dijo Mia y se paró- No puedo creer que en poco tiempo ya no vivamos juntos.

-Nos seguiremos viendo Mia, no seas exagerada.

-Eso fue poco sensible, Maritza- dijo y reímos.

Dos segundos. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora