69.- Planeado. (+18)

404 16 2
                                    

Dos semanas después

Pablo y yo estabamos en nuestro cuarto mientras tratábamos se hacer una canción. Los niños ya estaban en la cama así que aprovechamos el tiempo.

–No podemos perder. Va a ser mi peor humillación.– dije tirandome a la cama bocabajo y Pablo río. Me dio una nalgada y me di vuelta rápido.– Para un poco, nene.– me senté y me puse a su lado.

–Ya se me ocurrió algo. –comenzó a tocar la guitarra a lo loco.– Marizza es la mejor, ocupa mi corazón. Marizza es la mejor, yo le digo con amor. Su cuerpo es un monumento y solo yo puedo...– le di un golpe en el hombro y comencé a reír.

–Ay, Dios. Por algo me casé con vos.– lo tomé de la cara y le di un beso.– ¿Se te ocurre algo más, Jhon Lennon?

–No sé si te guste.– comenzó a tocar y me apunto a una libreta. El comenzó a cantar mientras yo aprendía el ritmo.– Hay que animarse a sentir, no hay que dejar los sueños. Aunque nos cueste seguir, perdiendo y ganando. Hay que astillas la piel que quede en carne viva. Perdiendo, ganando.

–Amor está re bien.

–Es muy poco lo que llevo.

–Pero por eso es en equipo, bebé.– tomé la libreta y comencé a escribir.– Mira, se me ocurrió esto– Queres que besé la herida, en ella qiedara prendida. Perdiendo y ganando. Hay que vivir soñando... Hay que vivir soñando, aveces arriba, aveces abajo. Hay que vivir soñando, aveces arriba, aveces abajo.

–Amor, eso está muy bien.

–Creo que es suficiente por hoy. Ya tengo sueño. Ademas a Isa ya le estan saliendo dientes y me duele mucho el pecho. ¿Vamos a dormir?

–Si, amor.– me dio un beso y nos escondimos entre las sábanas. Beso mimejilla y me abrazó por la espalda.– Sos la mejor mamá de todas. –una de sus manos se deslizó por debajo de mi remera y acarició mis pechos.

Uno de mis pezones los pellizcó y jadee. Me dio vuelta hasta que mi espalda tocó la cama y levantó mi remera. Miró mis pechos y dijo:

–¿Te puedo ayudar?– asentí bruscamente y sonrió.

Uno de mis pechos lo llevo a su boca mientras lo chupaba y lo presionaba ligeramente con los labios mientras que con el otro pellizcaba despacio y presionaba un poco. Se ganó sobre mi y puso le cara en medio para lamer desde mis pechos hasta llegar a mi abdomen. Acaricio tambien mis piernas. Me di la vuelta quedando sobre mis codos y rodillas y él comenzó a acariciar mi trasero. Bajo mi short dejándome solo con una bombacha y me dio una nalgada para después sobarme. Acarició mi sexo sobre la tela y gemí.

Paso el dedo entre mis nalgas y siguió acariciando de arriba a abajo. Jugo un poco con mi bombacha hasta que le hizo a un lado y me volvió a dar vuelta. Bajó mi bombacha y siguió acariciando mi centro.

Volvió a darle atención a mis pechos. Yo baje mi mano de su pecho a su ingle para sacar su miembro cubierto por el bóxer. Le pase la mano y sentí como tembló y sonreí. Fue rápido por un preservativo y después de lubricar, entró en mi. Comenzó dando estocadas suaves pero directas. Con mi mano tapaba mi boca porque teniendole sobre mi haciéndome el amor y jugando con mis pechos, seria muy difícil controlarme. Finalmente terminamos, tiro el condon y se acostó a mi lado mientras seguía jugando con mi pecho.

–¿Te duele menos?– preguntó y asentí con lo que podía.– Esta bien. Descansa.– besó mi mejilla y quedamos dormidos.

–Buenos días.– la voz de Pablo sonó en la mañana y sonreí.

–¿Cómo dormiste?

–Muy, muy bien.– me dio un beso– Debo ir a trabajar, ¿si?– me senté y asentí mientras tallaba mis ojos.– Llegaré antes para ayudarte con los nenes.

Dos segundos. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora