Abyss [Libro #3]

8

Thais

—Thais Delgado, ¿me aceptas como tu esposo para amarte, cuidarte, protegerte y follarte hasta el resto de nuestras vidas?

—Aang Briand, acepto ser tu esposa, confiando en tu fuerza para guiarme hacia mi placer y protegerme. Me entrego a ti completamente, para ser follada y protegida por siempre. Soy tuya. Sin límites. Te daré todo cuanto pidas, todo lo que quieras, salvo eso, obediencia debido al juego de roles. Jamás serás mi amo ni yo tu esclava. Ni en público ni en privado. Para mí eres Aang. Solo Aang. Te daré mi pasión, mi corazón. Pero mi mente es mía. Acéptalo.

Aang se ríe mientras pone mi anillo de compromiso.

—Lo entiendo y acepto.

Estamos a punto de regresa a tierra cuando a él se le ocurrió la brillante idea de casarnos a la antigua. Luego haremos una boda con los amigos y familiares, para así evitar que nos maten.

Llevo un sencillo vestido verde, pero vibrante de encaje y satén largo hasta los tobillos. El escote con forma de corazón, junto con el corpiño que se ajusta perfectamente a mi cintura, acentúan mis atributos femeninos. Calzo unas bailarinas clásicas, también de satén, y el cabello peinado hacia atrás y a un lado, sujeto con una peineta con diamantes incrustados. Es una reliquia familiar, era de la abuela de Aang y había ido pasando de generación en generación en su familia. Fue todo un honor lucirla, sabiendo que, algún día, yo también se la pasaría a mi hija o nuera.

El área exterior es muy azul; porque hace un buen clima, así que no tuvimos que añadir mucho a la decoración que Dios ya había provisto con su adorno natural.

Aang lleva ropa blanca muy casual de hombre que está disfrutando unas vacaciones en su barco.

—Aang Briand, ¿me aceptas como tu esposa para amarme y protegerme, sabiendo que siempre estaré sacándote canas verdes porque no sé cómo no meterme en problemas?

—Yo, Aang, te acepto a ti como esposa para amarte y protegerte. Solo voy a ser débil contigo, pero también ser tu mayor fortaleza, porque eres mía y yo tuyo. Haré realidad todas tus fantasías hasta el último aliento de nuestras vidas. Eres mi aliento y mi pensamiento mismo, estás tan enraizada dentro de mí que la palabra «amor» no es lo bastante fuerte; tuya es mi devoción, llevo tu nombre marcado a fuego en mi alma, soy es tu esclavo.

Dicho eso, Aang me besa hasta que me quedo sin aliento.

—Te amo, Aang Briand.

—Te amo, Thais Delgado.

Después de eso tomamos unas cuantas fotos, bebemos unas cuántas copas de champán, bailamos, yo le canto a Aang Call you mine de Bebe Rexha y The Chainsmokers, y terminamos haciendo el amor el en jacuzzi. Para la noche ya estamos de vuelta a tierra, en lugar de ir a casa de Aang terminamos en mi apartamento, viendo películas y abrazados.

Aang me promete dar cinco días para que arregle todo y luego pueda mudarme a su casa. Nos despedimos en la mañana luego de un rico desayuno para ir a trabajar.

El ambiente en el trabajo es bueno. También es agitado. Nuestro acuerdo con la empresa con la que nos asociamos como resultado de mi visita a Florencia está cobrando impulso y yo soy la jefa del proyecto. Implica reuniones y llamadas telefónicas consecutivas, que de todos modos es la forma en que prefiero trabajar. Hacer las cosas por teléfono es infinitamente mejor que enviar correos electrónicos interminables. Desde que heredé la empresa me he dado cuenta que amo más el mundo de los negocios qué escribir, bueno, me sigue gustando, pero es algo que prefiero de hobbie. He acordado con Anjoly de terminar el último libro que habíamos prometido al público y luego voy a dedicarme a escribir pero solo para las personas más cercanas, escribir en algún momento me salvó, pero ahora quiero dedicarme a algo que siento que es mi verdadero pasión.