Viernes. 6:15 am
Satoru abrió la puerta de su habitación lucía el traje azul y una hermosa sonrisa en su rostro. Pasó hasta la cocina, encendió la bocina y puso música. Claro que sí, estaba inmensamente feliz. Bailaba hasta que tuvo que sostenerse de la pared por el dolor en su culo.
—¡Ya estoy bastante viejo para soportar que me coja de esa forma! —no sólo su trasero dolía, todo su cuerpo dolía debido al haber tensado tanto sus músculos. Sabía que tener sexo era comparado a hacer ejercicio pero... no que le dolería tanto. Trató de mantenerse y ahora sí inició su día. Levantó a los niños los pasó al baño y luego al comedor donde aún cabeceaban en lo que estaba el desayuno. Limpió sus ojos de lagañas, arregló sus melenas alborotadas y puso un moño en el cabello de Nobara. Le recordó a Megumi que estaba desayunando y debía masticar, él atendió aunque tuviera sueño. Y puntual a su celular llegaba una notificación:
"Buenos días señor Gojo. Estoy afuera".
Le contestó.
"Enseguida salimos 😊"
Bajó a los niños de las sillas, lavó sus manos, quitó baberos, puso batas y él su saco y salieron.
Nanami había salido del auto y miró a Haibara que parecía entretenido con su celular. No se había bajado de su moto. Nanami supo de inmediato que estaba distante por lo que sabía, lo dejaría por el momento. Levantó la mirada y caminó hasta la reja porque había escuchado risas. Al asomarse vio que Satoru había abierto la puerta y por el camino de piedritas venían los tres niños corriendo y riendo. Oh sin duda eran tres solecitos en su vida. Desgraciadamente a mitad de camino Nobara se tropezó y cayó al suelo. ¡Oh tragedia!
Nanami no podía pasar para ayudarla, la reja se lo impedía. Satoru comenzó a correr. Yuuji y Megumi la ayudaron a ponerse de pie.
Nobara se hacía la fuerte y caminaba tambaleante a la reja, se sobaba de vez en cuando su rodilla. Las lágrimas habían quedado a nada de salir. Satoru llegaba a donde estaba.
—¿Te lastimaste?
Pero ella negó. Yuuji y Megumi aún la miraban con preocupación. Satoru abrió la reja para que los niños salieran y Nanami se puso a la altura de ellos.
Yuuji y Megumi: se cayó.
Nobara: me caí.
Y de inmediato comenzó a sollozar y luego vino el llanto a todo pulmón. Claro que le dolía. Nanami la revisó, sus manos tenían tierra que había pasado a rasponearlas, si no hubiera traído pantalón y suéter seguro se habría raspado más.
—¿Te duele algo más? —preguntó él.
—¡Sí! Aquí —señaló su rodilla— y aquí —su codo— y aquí —sus manos.
Y aún no paraba de llorar. Nanami tenía la paciencia de hablarle.
—Comprendo, fue un accidente, no te asustes estarás bien. Te pondremos desinfectante y dejará de doler.
—¡No! —dijo aún llorando— duele.
—De acuerdo... entonces debes lavar tus manos.
—Lo haré en la guardería.
Ella se acercó y pidió que la cargara. Nanami atendió, dejó que su cachete lleno de mocos se recargara en su hombro y ella aún lloraba con un poco de sentimiento.
Satoru tomó a Megumi y a Yuuji de la mano y caminaron al auto. Frenó antes de entrar.
—Oh deténganse, saluden al señor Haibara.
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Moondust II - Jujutsu Kaisen
FanfictionLAS DOSIS DE DULZURA SIGUEN AQUÍ. Este es el tomo 2 del fic aquí continúa la historia desde el capítulo 201. Si eres nuevo lector se comienza con el otro tomo :3 Satoru Gojo se hace cargo de tres pequeños niños desde que nacieron por lo que su tiemp...