Capítulo 205: Papá, jefe y los tres ositos

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Nota: trajeron insulina? la van a necesitar!! y tal vez pañuelos para limpiar sus lágrimas como yo.

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Mientras tanto afuera.

Satoru y Nanami bajaban del auto y aun estaban titubeantes. A Haibara no le quedó de otra más que acercarse, aunque quería mantener distancia ya que allí estaban las camionetas y carros lujosos con guardaespaldas quienes miraban con recelo a quien se atrevía a llegar. Cuando Haibara vio a Nanami no pudo evitar reírse. Satoru había estado aguantando la risa pero ya no podía más. Nanami comenzaba a enfurecer.

—¡Deje de burlarse señor Gojo! Su plan no funcionará, ¡me veo ridículo! —en efecto, tenía un fedora, gabardina negra y lentes de sol con un mostacho. Ese era su mejor esfuerzo por disfrazarse pero sólo lograba llamar más la atención.

—¿Qué demonios te pasó? —dijo Haibara ya llorando por tanta risa.

—El señor Gojo dijo que sería bueno disfrazarme para entrar... pero ni siquiera se porqué le hice caso si era obvio que no funcionaría. ¡Ya cállese o le suelto un golpe!

Satoru se acercó a Haibara y le dijo:

—¿Debería tomarle una foto? Se ve muy gracioso...

A ambos Nanami les dio un golpe en la cabeza para que dejaran de reírse.

—Anda muy agresivo —dijo Haibara— ¿qué le hizo?

—Le puse un bigote, el bigote lo hace más agresivo.

Nanami se quitó el disfraz y lo dejó dentro del auto. Satoru, ya repuesto tras el golpe, pensaba en decirle que estaba bien podía retirarse, no quería que se expusiera de esa manera.

—Camine, señor Gojo... —sacudió su traje negro para quitar las arrugas— es una reunión no debe perderse el inicio. ¿Yu... quieres pasar?

—Teniendo en cuenta el escenario... —le dio una mirada indirecta a los guardaespaldas del bando contrario—. Lo mejor será que te espere aquí afuera, para evitar movimientos innecesarios y más tensión, aunque igual los habrá. Sé que puedes encargarte perfectamente de cualquier cosa pero... llama si me necesitas. Ya mandé por refuerzos.

—No será necesario —lo había pensado bien y... al carajo todo, que pensaran lo que quisieran, él tenía la libertad de ir a donde quisiera—. Te veré aquí en un rato. ¡Camine señor Gojo!

Satoru se despidió sonriendo como siempre.

Entraron a la guardería y hablaron con la recepcionista. Ella entró para avisarle a Margarita. Durante el tiempo que estuvieron allí lograron sentir a sus espaldas la mirada de los guardaespaldas, al darse la vuelta Nanami vio a Haibara hablando con uno de ellos.

Aquel sujeto se acercó primero.

—Usted es Yu Haibara. ¿Me confirma que el hombre que acaba de entrar es Kento Nanami?

—¿Y si fuera qué con eso? —contestó Haibara. No estaba molesto, el guardaespaldas sólo era un empleado no tenía por qué tenerle resentimiento pero eso no quería decir que debía ser descuidado y su instinto por proteger a Nanami siempre salía a relucir en casos así.

—Intuyo que sabe de parte de quien venimos. No es un secreto, están los logos del corporativo en los autos.

—Sí, y él también lo sabe —suspiró—. Escuchen es un lugar público el señor Nanami puede entrar a donde se le dé la gana así estén adentro sus jefes. Eviten problemas. Él no causará ninguno.

Moondust II - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora