Capítulo 219: De regreso al campo de batalla con refuerzos

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3:30 pm

Habían terminado de comer, ambos estaban sentados en la mesa de la antesala revisando los últimos esquemas que habían mandado de Purple Void para el famoso "auto increible". Mientras Nanami revisaba las hojas Satoru estaba a su lado revisando en la portátil lo que había redactado como informe sobre Happy Place... picaba el teclado con una sola mano pues su otra mano era sostenida por la de Nanami. Ahora rompía el silencio, suspiró pesadamente y Satoru pudo ver por su entrecejo fruncido que estaba disgustado. Dejó las hojas en su regazo, tomó un plumón rojo y comenzó a tachar el reporte.

—Es algo rudo con ellos, así el presidente de Purple Void nunca va a quererlo, jefe.

—No me importa. Odio su mediocridad por eso no conduzco ningún modelo de Purple Void. Si quieren sacar el auto más magnífico requieren más que sólo el nombre de Violeta en él.

—¿Escuchaste Violeta? —le habló a la IA— ¡El señor Nanami se preocupa por ti! Yo sé que eres su chica... y es que como no serlo si eres tan bonita.

Violeta IA: gracias por sus halagos, pero usted no es mi tipo, lo siento.

Nanami se rio. Satoru no esperaba que esa cosa le respondiera.

—Ay pero mire jefe tiene su sentido del humor, también me odia. ¿Estás enojada porque el señor Nanami me quiere más que a ti?

Violeta: quiere guerra, guerra tendrá.

Nanami respondió ahora.

—No le sorprenda si mañana la computadora no funciona, la está haciendo enojar. Y claro que tiene mi sentido del humor.

—Ah claro... pero si tiene su forma de ser seguro que después me querrá demasiado como usted me quiere.

Nanami soltó su mano, demasiado cariño ya se había empalagado. Satoru refunfuñó por un momento y luego vio como Nanami dejó las hojas.

—Uy eso no es bueno. Tenga piedad. ¿Quiere que redacte un documento?

—No. Los veré mañana en la mañana y se los diré personalmente enfrente de Sukuna. Cambiemos de tema, esto me hizo enojar.

—Y sabiendo que está por hablar con la lagartija no creo que se ponga feliz —"la lagartija" era Mei Mei.

Nanami mejor le pidió que lo pusiera al tanto de Nobara, Satoru le dijo todo en resumen: Nobara estaría trabajando en todos los problemas que debía enfrentar, sería poco a poco pero él le había recordado que debía confiar y que la protegería. Nanami estaba de acuerdo con su proceder, en ese momento lo que Nobara necesitaba era que la figura de la persona que la protegía del mundo estuviera allí.

Las puertas de la antesala se abrieron y por suerte ellos estaban separados. Era la lagartija. Satoru suspiró pesadamente y sin que lo viera puso los ojos en blanco. Ella... se sorprendió un poco de verlos allí sentados y no dentro de la oficina. Satoru se puso de pie para ir a su escritorio.

—Buenas tardes señorita, el vicepresidente la atenderá en su oficina.

—Ya lo sé... mi futuro esposo está aquí no tienes por qué decirlo.

Satoru le sonrió pero en su mente: perra cómo deseo que se te rompa el tacón, te lesiones el tobillo y te caigas de culo.

Nanami se puso de pie y entró a su oficina

—Gracias señor Gojo, no se preocupe, no cierre las puertas.

—Claro, les llevaré algo de tomar.

Mei Mei le sonrió con malicia antes de entrar a la oficina. Mientras Satoru preparaba té hablaba en murmullos.

Moondust II - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora