Moondust II - Jujutsu Kaisen

Capítulo 216: Proteger a la manada

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Nota: y como les quiero mucho :D vamos a llorar juntos otra vez!!!

✨🍦Advertencia de contenido sobre: acoso escolar, se recomienda discreción 🍦✨

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Mientras descendía en el elevador Satoru metió su mano en el bolsillo, había un objeto extraño en él, al sacarlo se dio cuenta de que eran las llaves del 300c. Suspiró. Carajo, había puesto distancia con su jefe pero bien que se quedaba con el auto. No podía subir para verlo... si lo veía estaba seguro de que volvería a caer, además Nanami parecía seguro en prestarle el auto... Al menos Satoru se lo quedaría ese fin de semana porque aún se negaba a dejar ir algo que le recordara a él.

Justo cuando estaba llegando a la guardería reconoció las camionetas de los Zenin y el revuelo a su alrededor. Al parecer había alguien rodeado por guardaespaldas que guiaba a los niños... alguien que no era un empleado más pues pudo ver su traje color negro. No vio más pues el sujeto estaba de espaldas y sinceramente no tenía tiempo de ponerle atención pero pensó que seguro se trataba de Noritoshi Kamo, no quería problemas. Estacionó justo cuando estaban arrancando y cuando salió no quedó ni rastros de qué deidad había bajado del cielo. Desdeñó y trató de guardar la calma, había salido de una tormenta a otra, sólo esperaba que Nobara "la aniquiladora" Gojo no hubiera atacado a otra niña. Pero ya se hacía a la idea de que eso había pasado.

Al entrar a recepción y avisar su llegada la recepcionista le pidió enseguida que esperara un momento. Fue al interior y después de unos minutos le pidió que la siguiera. Lo condujo por los pasillos, pasaron por el área de maternidad donde Satoru sonrió al ver por las ventanas los cuneros. Casi los recuerdos se materializaban y podía sentir el peso de sus pequeños hijos en sus brazos.

"Bien Satoru, recuerda que ellos sólo te tienen a ti... tú eres su todo y ellos son tu todo, recuerda que por ellos es que sigues vivo".

No llegaron al salón de clases de etapa dos donde iban ellos, en su lugar giraron y fueron a la dirección a una de las oficinas cercanas. Afuera ya lo esperaba el director Yaga, estrechó su mano.

—Señor Gojo que bueno que pudo venir. Acompáñeme.

Satoru quería decir: "ya sólo dígame cuántos dientes de leche tiró el día de hoy mi hija" pero no lo hizo. El director abrió la puerta a la oficina de la terapeuta.

—Señorita Iori. Ha llegado el señor Gojo.

Éste asomó su cabeza y sonrió. Ella asintió conservando su profesionalismo y cuando se fue el director Utahime volvió a su semblante de completo desagrado por Satoru. Él se sentó enfrente de su escritorio.

—¡Woah, qué bonita oficina! Sí que lo has logrado. ¡Qué bueno es verte de nuevo! ¿Me extrañaste? Yo sé que sí, mi rostro es muy extrañable.

—¡Cállate! —intentó esconder su enojo—. Escucha Gojo te trataré como a cualquier otro padre de familia. ¿Entendiste? ¡Y tú respétame!

Ambos sintieron el peso de la situación, quizás... sí necesitaban un poco de charla común. Satoru comenzó.

—Vi unas camionetas muy bonitas afuera. Mucho revuelo. Eso sólo puede significar que los de la familia Zenin vinieron a ver a sus retoños.

—Satoru... quiero decir... señor Gojo no podemos brindarle información sobre otras familias. Espero lo entienda.

—Ah... bueno yo lo entiendo... es de esperarse porque ellos parece que me tienen miedo, o quizás le teman a mi jefe. No te preocupes mi jefe no tiene ningún interés en ellos. Yo lo preguntaba porque Nobara tiene problemas con una de las niñas Zenin y bueno eso si me incumbe... me incumbe saber si mi hija y ella se pelearon nuevamente.